Fundación Plurales en la COP28

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) este año se realiza en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, desde el 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre de 2023. Se celebra todos los años y es el único foro multilateral de toma de decisiones sobre el cambio climático en el que participan casi todos los países del mundo. Es la primera vez que finalizará con una evaluación de la implementación del Acuerdo de París, esto se hará cada 5 años.

Como desde hace varios años, Fundación Plurales estará participando con la intención de sumar a los debates la intersección entre la justicia climática y la justicia de género. Seremos parte de tres eventos, ¡agendá!

“Transición energética: ¿Un camino hacia un mayor reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas?”
5 de diciembre, 17 a 18 (GMT+4)
Pabellón de Pueblos indígenas
Lenguaje: inglés, español y ruso
COP28 Cultural Survival, the SIRGE Coalition, International Land Coalition, Indigenous Peoples Rights International (IPRI) and Fundación Plurales.

Presentación del Documental LITIO QUÉ HAY DETRAS DE LA REFORMA (ARGENTINA, 2023)
10 de diciembre, 17 a 18 (GMT+4)
ROOM 2 at Civil Society Climate Justice Hub (CSCJ Hub) – Blue Zone
Documental en español y subtitulado en inglés

PANEL “Aportes y debates en la mirada al cambio climático desde las mujeres indígenas y campesinas latinoamericanas”
12 de diciembre, 10:10 a 11:10
Blue Zone, Zone B7, Building 88, 2nd Floor
Lilian Gregorio (ARGE) Karem Dubois (Guatemala) Andrea Monzón Juarez (Guatemala) y Victoria Bojaca (Colombia)
Lenguaje: español

Durante la COP27 en 2022, se dieron escasos e insuficientes avances. El balance por aquel entonces fue que detectamos la escasa voluntad política por parte de los gobiernos para avanzar en dirección a la justicia climática. Este año estaremos de nuevo allí para poner en agenda los temas que trabajamos durante todo el año, las expectativas son altas.

“El Encuentro es la certeza de que las mujeres unidas están confrontando y planteando alternativas concretas a la crisis climática”

El 3 y 4 de noviembre se realizó en Buenos Aires el 1° Encuentro Latinoamericano de Defensoras Ambientales para la Acción Climática. Fue organizado por Fundación Plurales, Colectivo CASA y Tierra Viva, y participaron más de 40 mujeres representantes de 30 organizaciones de Defensoras Ambientales de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México y El Salvador.

Durante dos días nos tejimos en lucha. Desde una ceremonia pidiéndole permiso a la Pachamama para iniciar el evento, hasta encontrarnos en persona y poder darnos el abrazo que nos debíamos después de años de virtualidad y pandemia, el Encuentro tuvo de todo. El objetivo que nos propusimos se cumplió con creces. Impulsamos alianzas entre las organizaciones para llevar adelante acciones colectivas en defensa de los territorios, compartimos estrategias de incidencia, visibilización y fortalecimiento de estas iniciativas por la justicia de género y justicia climática. Pero principalmente, nos vimos cara a cara, nos conocimos y nos abrazamos sin intermediarios.

Aquí les compartimos, a través de las voces de las mujeres que participaron, algo de lo que fue este encuentro.

Las huellas del Encuentro en nosotras

“Lo que me dejó el Encuentro fue una maravillosa oportunidad de compartir y saber que las necesidades de nuestra comunidad también eran las necesidades mismas en Latinoamérica. Que todavía persiste esa brecha de género en la propiedad de la tierra y que a pesar de esto, las mujeres rurales tenemos el reconocimiento y ese papel que está bien enraizado, porque es decisivo en el desarrollo de la soberanía alimentaria y la erradicación de la pobreza. Todo esto sin cambiar ese ecosistema en donde tuvimos la fortuna cada una de las mujeres latinoamericanas, de nacer para defenderla, cuidarla, protegerla y también para ir regenerando, cuidando esas heridas que va haciendo el Estado y las compañías. Esa fortaleza me dejaron mis hermanas latinoamericanas para seguir en este camino”, cuenta Marisol Angulo, integrante de la Red Ecuatoriana de Forestería Análoga (REFA).

Por su parte, Lesbia Pérez, que representa al Consejo de mujeres de la Asociación de Forestería Comunitaria de Guatemala Utz Che’, detalla que “fue bastante buena la experiencia que nos dejó el intercambio. Conocer temas tan importantes que a veces desconocemos. Conocer las experiencias de nosotras, como mujeres, y ponernos en los zapatos de las otras compañeras. Lo otro que me dejó es venir y replicar con las compañeras y contar nuestras experiencias, porque somos diferentes de país a país, de territorio a territorio”.

Adela Guerrero, integrante de la Asociación Nochari de Nicaragua, destaca que el Encuentro fue “un espacio de mucho intercambio, aprendizaje, conexión entre nosotras, las mujeres, con la madre tierra”, donde pudieron compartir “nuestro aprendizaje de las dos escuelas feministas”.

“Para mí fue un evento bastante importante, de mucha fortaleza, de relacionamiento entre mujeres de los diferentes países, de intercambio de experiencias. Nos fortalecimos bastante, pudimos estrecharnos en abrazos, fue maravilloso”, describe Bernarda Benítez Gudiño de la Asociación de Mujeres de la provincia O’Connor (AMPRO) en Bolivia.

Nelly Alcaraz, del Equipo de Mujeres Campesinas del Movimiento Campesino de Formosa (MOCAFOR) en Argentina, coincide con todas en que el evento le dejó una sensación de mucha fortaleza por la unidad entre compañeras de Latinoamérica.

Jenny Luján, que pertenece a la Asamblea por la Vida Chilecito y Mujeres Defensoras del Agüita del Famatina en Argentina, describe el Encuentro como “una potente posibilidad de tejer redes latinoamericanas de resistencia al extractivismo, modelo de producción y desarrollo de muerte, y construir espacios de intercambios de saberes que fortalezcan las luchas territoriales. Un espacio amoroso, genuino y potente con mirada y sentires de mujeres”.

“El Encuentro fue una experiencia sumamente enriquecedora, tanto personal y para mi organización, porque fue un espacio donde una pudo conocer cuáles son las luchas que están llevando las diferentes compañeras en distintos países de Latinoamérica. También dar a conocer lo que uno está haciendo dentro de su país, cuáles son las herramientas que están usando las compañeras para seguir el trabajo desde las organizaciones, desde las comunidades. Y fue una experiencia enriquecedora, vuelvo a decir, porque te das cuenta que no estás sola, que también otras compañeras en otros países, en otras regiones, que tienen realidades diferentes en lo que respecta a veces al medioambiente, a la zona, al territorio, sí tenemos los mismos problemas y las mismas dificultades. A veces también vemos que están usando nuevas herramientas, nuevas formas de lucha y eso nos sirve para venir a replicar en nuestras zonas”, destaca Alba Osuna, integrante de la Red de Mujeres de Pilar, Paraguay.

Por su parte, María del Carmen García, de la Escuela para Defensoras en Derechos Humanos y Ambientales Benita Galiana de Guadalajara, México, explica que le quedó “la alegría de articularnos en esta alianza de justicia contra el cambio climático. Conocer el trabajo de otras escuelas que luchan contra los megaproyectos de muerte, los monocultivos, y las minerías. Algo de lo que también me dejó es esta necesidad de continuar analizando y debatiendo nuestras posturas políticas ante las Cumbres Internacionales y la situación geopolítica», pero “aterrizar en lo propio y no en lo ajeno, hacer mayor conciencia en esta alianza de lo que queremos hacer y que no nos jalen las olas internacionales”.

“El Encuentro de defensoras ambientales me dejó mucho conocimiento, experiencias e ideas de otras compañeras que como han luchado para defender sus territorios, la Madre Tierra, les ha tocado sufrir para poder lograr sus objetivos. -cuenta la hondureña Leylis Vijil, parte de la Unión de Empresas del Sector Social de la Economía Ambiental de Marcovia (UEDESAMAR)- También podemos notar que tenemos el mismo problema con las industrias extractivistas. Debemos seguir unidas, luchando para ayudar a nuestros territorios”.

Por último, María de Jesús Jiménez, de la Asociación de Mujeres Indígenas en Santa María Xalapan, Guatemala, cuenta que para ella el evento “fue de mucho fruto”. Explica que “pudimos conocer las diferentes luchas que tenemos en los territorios y compartir nuestras experiencias. Es importante encontrarnos entre defensoras en Latinoamérica para poner allí nuestras luchas y transmitir conocimientos para las otras y para nosotras”.

La salida es colectiva

Todas las mujeres coinciden en la importancia de generar espacios donde intercambiar las luchas y herramientas. Pero además “es muy importante encontrarnos entre defensoras ambientales para sanar nuestras heridas que se van haciendo en este día a día por defender nuestro territorio, por defender a la Madre Tierra y esa fortaleza que nos vamos dando unas a otras”, describe Marisol de Ecuador.

Lesbia, de Guatemala, cuenta: “Nosotras agarramos más valor al saber que somos muchas en el mundo que defendemos nuestro territorio, defendemos a muchas compañeras y venir a ponerlo en práctica en nuestras organizaciones de base”. Agrega además, que ya contó la experiencia en su organización de base en su territorio y compartió todas las herramientas que aprendió.

“El Encuentro es la certeza de que las mujeres unidas están confrontando y planteando alternativas concretas a la crisis climática, que estas propuestas están ancladas en una historia, en una herencia de lucha contra diferentes proyectos extractivos que nos ha servido como experiencia para poder identificar a los responsables de la crisis climática que estamos viviendo. Considero también, que es muy importante seguir promoviendo, impulsando y participando en espacios entre mujeres, sobre todo en clave de los intercambios de las estrategias en formación en base a la educación popular feminista”, explica Carmen Aliaga, parte del colectivo de coordinación de acciones socioambientales del Colectivo Casa en Bolivia, que a su vez integrante la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales, que coordina la Escuelita por la Justicia Climática Feminista, que une a compañeras de El Salvador, Guatemala, Honduras y Bolivia.

“Estos encuentros son un generador de energía, de mucha energía positiva, mucha buena vibra -describe Alba- Se entablan amistades, relaciones de compañerismo. Relaciones sororas que uno necesita para seguir adelante, para que te fortalezcan en lo personal, pero también crea vínculos con las organizaciones. Es muy importante porque de ahí en adelante se puede generar una sinergia, una simbiosis entre regiones. A veces nos damos cuenta que conocemos poquísimas organizaciones de mujeres que están trabajando también en las mismas cosas que nosotras”.

Hermógena Calderón, de la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT) de Bolivia, se refiere también a la importancia del intercambio y el encuentro, “para tener una línea base de coordinación, para el apoyo mutuo”. Afirma: “La Unión hace la Fuerza!”. Además, es fundamental reconocer a los enemigos comunes. “Nuestras luchas son contra el mismo monstruo que nos oprime, el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo. Este es el sistema que nos despoja a diario de la vida, nuestra salud y nuestros bienes comunes. Nuestra fuerza siempre será la organización colectiva, juntas somos más fuertes”, afirma Carmen de México.

Ibis Colindres de Fondo Tierra VIVA en Honduras, explica que “existe una riqueza de soluciones climáticas lideradas por mujeres que están aportando a la mitigación y adaptación al cambio climático en la región de América Latina”. En ese marco, exige: “Es urgente que cuenten con el respaldo político y apoyo financiero por parte de los tomadores de decisión en todos los países”.

Voces urgentes desde América Latina

“Estamos sufriendo las consecuencias de aquellas malas planificaciones, decisiones y acciones del Estado y de las empresas privadas extractivistas. El calentamiento global ya no tiene retroceso, por lo tanto nosotras las mujeres rurales de Latinoamérica, estamos en defensa de nuestros espacios y de nuestros territorios para conservar la vida en armonía con la naturaleza, que también es mujer, y como dadoras de vida aportar a la seguridad alimentaria y así permitirnos la coexistencia y la resiliencia con la naturaleza y con esto asegurar la vida”, cuenta Marisol desde Ecuador.

Frente a la pregunta de qué es urgente que toda Latinoamérica y el Caribe sepa, las respuestas son contundentes. Las voces se levantan, la fuerza es imparable.

Lesbia desde Guatemala: “Tenemos que saber con urgencia el impacto que están causando las agroindustrias, todas esas empresas que están causando daño. El cambio climático, eso es urgente, lo tenemos que saber todos los habitantes del mundo, incluso”.

“No solo en Honduras las empresas se están disfrazando de traje verde. Estamos luchando, pero siempre pues un poco como intimidadas, porque a una le da miedo porque ya ve lo que ha pasado aquí en Honduras, las mujeres son víctimas. Que se logre hacer algo para seguir luchando y hacer una sola voz, unirse y gritar que estamos luchando por nuestros territorios, nuestras tierras, nuestros recursos porque ya no es bueno quedarse callada, hay que alzar la voz entre defensora, entre mujeres luchadoras, latinoamericanas que van a defender nuestros territorios. Mujeres que van a defender con dientes, uñas, todo. Me siento motivada, siempre con la emoción de que vamos a hacer algo por nuestros territorios, nuestras tierras”, dice Leylis.

Carmen de Bolivia, explica que “las mujeres campesinas y defensoras aprendemos y transmitimos conocimientos de una forma diferente, desde una sabiduría milenaria. Muchas veces esta forma de generar conocimiento ha sido deslegitimada por la educación formal, por eso apostamos a procesos de educación popular, procesos de educación feminista que acompañen la defensa del territorio. Creemos que es una de las condiciones fundamentales para que las mujeres fortalezcan sus liderazgos femeninos”.

También desde Bolivia, Hermógena hace un llamado: “Es urgente unificarnos para salvar a la Madre Tierra. Nuestra Madre Tierra es todo para nosotros, los Pueblos Indígenas Originarios”. Por otro lado, “es súper importante que Latinoamérica se levante y tome posición y posesión de todo lo que le pertenece, porque la historia de Latinoamérica es riquísima, es demasiado rica como para que no podamos construir alternativas. Tenemos como mujeres, todo el poder de construir alternativas en base a nuestros sueños y nuestros ideales, un mundo diferente, más justo, solidario. Solamente vamos a poder hacerlo si es que las mujeres nos levantamos y nos tomamos de la mano y nos acompañamos en esta lucha que nos pertenece y nos hace parte unas de otras”, expresa Ruth Amarilla, que está acompañando el proceso del Comité de Mujeres Kuña Aty de Tava Guaraní en Paraguay.

“Encontrarse entre defensora es muy importante porque así hacemos una sola voz para poder ser escuchadas, porque una sola persona no puede hacer nada. En este tiempo que estamos viviendo, a uno solo lo que hacen es apartarlo, y así, haciendo frente nosotras como defensoras podemos hacer muchas cosas”, concluye Leylis desde Honduras.

De estos dos días de trabajo, sumado a todo lo hecho previamente en la Escuela feminista para la Acción Climática (EFAC), surgió un pronunciamiento construido colectivamente. Este documento fue llevado a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022 (COP 27), como portador de las voces de todas estas mujeres y sus territorios.

En esta línea, Mirna Rodríguez de Fondo Tierra VIVA, expresa: “Lo más importante del Encuentro es que hicimos el documento para la COP27. Para mí es muy importante eso, porque a veces no lo tomamos como algo importante y el trabajo queda en vano. Entonces eso me ha motivado y lo creo muy importante porque además de que lo trabajamos ahí, se llevó a donde se tenía que llevar al planteamiento. Creo que es realmente un avance para nosotras, para que escuchen nuestras voces, que se dé a conocer lo que enfrentamos día a día en nuestros países. Que ese trabajo que hicimos y que estamos realizando, no se quede plasmado solo en un papel, sino que se dé a conocer ante todos los medios, a donde tiene que llegar, a las personas y las instancias donde tiene que llegar, eso es lo más importante”.

Escasos e insuficientes avances en la COP27

Este 18 de noviembre finalizan en Sharm El-Sheikh, Egipto, dos semanas intensas de negociaciones, eventos y diálogos en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27).

Este año Fundación Plurales, en el marco de diversas alianzas como GAGGA (Global Alliance for Green and Gender Action), Programa Defensoras Ambientales, EFAC (Escuela feminista para la Acción Climática), Coalición Nacional por la Tierra Argentina (CNT – ILC) y Plataforma Semiáridos de América Latina, participamos focalizando la agenda de financiamiento directo a las comunidades y grupos de mujeres defensoras ambientales; transiciones energéticas con respeto de los derechos humanos; avance hacia la justicia climática y de género; inclusión efectiva de pérdidas y daños en la agenda climática.

Cumplidos 30 años desde la adopción de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, como sociedad civil, pueblos indígenas y comunidades locales, organizaciones de mujeres y jóvenes activistas por los derechos humanos y ambientales, reconocemos la escasa voluntad política de parte de los gobiernos para avanzar en dirección a la justicia climática.

Pocos avances

El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, realizó un llamado frente a la necesidad urgente de aumentar las medidas de mitigación para no perder el norte de 1,5, y mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C, pero no se llegó a un consenso sobre eso.

En la Segunda Revisión Periódica del Objetivo Global a Largo Plazo bajo la Convención (LTGG), los cofacilitadores Leon Charles (Granada) y Andrew Ferrone (Luxemburgo) presentaron un nuevo proyecto de texto de decisión. Los países desarrollados subrayaron que están dando su “máxima flexibilidad” y se escucharon opiniones divergentes que no permitieron el consenso para un nuevo acuerdo.

Las negociaciones avanzaron lentamente, principalmente en lo referido al financiamiento climático donde no se llegó a acuerdos. No hay expectativas de aumentos en los fondos para los mecanismos ya en marcha (como los fondos verdes), a excepción de la Junta del Fondo de Adaptación que sí alcanzó un compromiso para el aumento de las contribuciones financieras.

Para el resto de los temas, los textos fueron enviados a la Presidencia de la COP y a los ministros para su consideración adicional. Un tema que parece tener un visto bueno es el acuerdo sobre el impulso de la Red de Santiago, que fue bien recibido en las mesas de negociaciones. La Red de Santiago del Mecanismo Internacional de Varsovia de Pérdidas y Daños (2013) constituye el principal vehículo dentro de la Convención para promover enfoques orientados a hacer frente a las pérdidas y daños asociados a los impactos del cambio climático de forma integrada y coherente. En consultas informales, cofacilitadas por Lucas di Pietro (Argentina) y Cornelia Jäger (Austria), los grupos de trabajo presentaron un texto de compromiso, que di Pietro pidió se considere como un paquete.

Aumentos de Riesgos

Como sociedad civil hemos evidenciado desde las últimas conferencias a la actual, un aumento considerable del sector empresarial corporativo en las negociaciones y un retroceso de la participación de la sociedad civil. Esto nos alerta ante la captura corporativa de las negociaciones.

Temas como la Transición Energética y las Soluciones Tecnológicas al Cambio Climático, han impulsado la participación y lobby del sector empresarial e industrial. Las falsas soluciones cobran cada vez más fuerza en las negociaciones y los mecanismos financieros logrados hasta el momento apuntan a fortalecer esta estrategia de mercado.

Si bien los espacios de negociación son difíciles de alcanzar para la sociedad civil, los grupos de mujeres, pueblos indígenas, jóvenes y comunidades locales hicimos escuchar nuestras voces y resistencias en este evento crucial para la incidencia.

Asamblea de Latinoamérica y el Caribe resiste en Egipto

Más de 40 activistas y representantes de América Latina y el Caribe participantes de la COP27 nos reunimos el pasado 15 de noviembre en Shaarm El-Sheik, para compartir análisis sobre el proceso de negociaciones y posibles agendas futuras comunes en función de las demandas regionales en el contexto político y social actual. El espacio fue promovido por la Campaña Global para Exigir Justicia Climática, Climate Action Network-América Latina y el Grupo Constitutivo de Mujeres.

Participaron de la asamblea organizaciones y comunidades de más de diez países de la región, y se escucharon voces de desilusión ante los escasos avances de las negociaciones, en relación a los grandes esfuerzos que ponemos para acceder a estos eventos. También se marcó la “captura corporativa de la COP27, la escasa voluntad de avanzar en la reducción de emisiones y el pago de la deuda climática, así como por la creciente promoción de mecanismos de mercado y falsas soluciones tecnológicas”.

Sin embargo, en perspectiva también se visibilizaron los avances, como la importancia de que hoy se discuta y avance en el tema de pérdidas y daños, una deuda que hace tiempo se busca incluir en las negociaciones.

Desde Fundación Plurales llevamos a la asamblea dos temas centrales de nuestra agenda, el Acuerdo de Escazú y su implementación por medio de los planes nacionales, y la necesidad de monitorear y exigir participación en las negociaciones de los Bancos Públicos de Desarrollo en la financiación de la transición energética.

Como cierre de la conversación, se evidenció la necesidad de conformar un bloque desde la Sociedad Civil de América Latina y Caribe para posicionar una agenda compartida en la próxima COP28.

*Por Nicolás Avellaneda
*Integrante de Fundación Plurales, Coalición Nacional por la Tierra – ILC LAC y Programa Defensoras Ambientales
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Rumbo a la COP27

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 27 del Acuerdo de París, se celebra en Sharm El-Sheikh, Egipto. Fundación Plurales estará participando con la intención de sumar a los debates la intersección entre la justicia climática y la justicia de género.

El evento será del 6 al 18 de noviembre de 2022 y aumentar la ambición en la mitigación climática será el tema prioritario que se ponen en discusión este año.

Foco en la mitigación

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a los líderes que se encontrarán en la COP27 aumentar las medidas de mitigación para no perder el norte de 1,5. Es decir, «mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5°C con respecto a los niveles preindustriales».

Entonces, ¿Qué es la mitigación? Es básicamente, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para intentar no superar el aumento de temperatura media mundial. El documento final de la COP26 «reconoce que los impactos del cambio climático serán mucho menores con un aumento de temperatura de 1,5°C en comparación con 2°C, y resuelve proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1,5°C».

Actualmente, según distintos análisis, aún cumpliendo las metas propuestas por los Estados, el calentamiento global alcanzaría hasta 3,6°C con un escenario de grandes riesgos a nivel mundial, pero principalmente para las comunidades rurales, campesinas e indígenas que viven en y de la tierra, donde las mujeres y niños tienen un rol central y de gran vulnerabilidad.

Si bien este objetivo es sumamente importante y destacamos su legitimidad, la mitigación es uno de los puntos que los Estados vienen discutiendo y trabajando desde hace años, mientras otros como la “financiación” o los “daños y pérdidas” producto de la crisis climática son temas más controversiales y de menor discusión en las conferencias.

El financiamiento

El financiamiento es uno de los temas centrales, principalmente para los países del Sur Global y la sociedad civil que venimos impulsando este tema en la agenda desde hace años. Es casi imposible cumplir con las metas del acuerdo y avanzar en soluciones climáticas justas sin pensar a fondo el tema del financiamiento. Es urgente discutir y consensuar quiénes deben poner fondos para la agenda climática y cómo hacer para que el financiamiento realmente llegue a las comunidades más afectadas del sur global.

La alianza GAGGA (Global Alliance for Green and Gender Action), de la cual somos parte desde el año 2019, ha desarrollado el pronunciamiento “Llamada a la acción para el financiamiento climático con justicia de género”, que reúne el trabajo de todas las organizaciones socias de la alianza con recomendaciones concretas a los formuladores de políticas y funcionarios gubernamentales de los países desarrollados parte de la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), para mejorar y garantizar un financiamiento climático con justicia de género. El documento también pone en evidencia datos importantes como que desde el 2017, solo el 10% del financiamiento para soluciones climáticas han llegado a las comunidades locales. Y en el análisis del Fondo Verde para el Clima (GCF), uno de los principales instrumentos de financiación climática mundial, se observa que el 79% de los fondos se ejecutan entre cinco organismos internacionales con escasa llegada a las comunidades y casi nula representación de organizaciones de mujeres en el acceso a estos recursos.

Por su parte, el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), red en la cual participamos, ha desarrollado el pronunciamiento “Alcanzar acuerdos para que el financiamiento sea equitativo, suficiente, sostenible y asegure una transición justa”, con base en los resultados alcanzados y no en la COP26 y que deben ser retomados y/o incorporados en la COP27.

Algunos de los puntos centrales del pronunciamiento son:
-Fomentar el financiamiento para la transición justa, con enfoque de justicia climática y género. Cumplimiento de la meta de los 100 mil millones de dólares para la agenda climática. Aumento del financiamiento para la adaptación tal como se acordó en la COP26.

-Financiamiento para pérdidas y daños: este es un tema central, la COP 27 debe ser un hito para el financiamiento en materia de pérdidas y daños, logrando el acuerdo de mecanismos para la transferencia de recursos a los países que más lo requieren.

-Mejoras en el acceso al financiamiento climático: en la COP 27 se deben establecer mandatos para que los mecanismos financieros multilaterales hagan más eficiente, fácil y rápido el acceso a recursos por parte de actores locales, creando ventanas de emergencia ante crisis, como la de la pandemia del COVID19. Mecanismos de financiamiento, como el Fondo Verde del Clima, deben innovar en sus esquemas de acceso, particularmente para las poblaciones más vulnerables.

Fundación Plurales en la COP27

Desde Plurales, en el marco de diversas alianzas como GAGGA, Programa Defensoras Ambientales, EFAC (Escuela feminista para la Acción Climática), Coalición Nacional por la Tierra Argentina (CNT – ILC) y Plataforma Semiáridos de América Latina, estaremos participando activamente en esta nueva cumbre climática, dando continuidad a los proceso que iniciamos en Madrid COP25, Glasgow26.

Desde 2021, formamos parte del WGC (grupo constitutivo de mujeres), uno de los nueve grupos de partes interesadas de la CMNUCC. El mismo se estableció en el 2009, y hasta ahora cuenta con 33 organizaciones de mujeres y de la sociedad civil ambiental, que están trabajando para garantizar que las voces de las mujeres y sus derechos estén integrados en todos los procesos y resultados en el marco de la CMNUCC.

Como parte del WGC, estaremos participando de diferentes capacitaciones, eventos y reuniones de trabajo que tienen por objetivo formalizar la voz de las organizaciones de la sociedad civil de mujeres y género presentes y regularmente activas en los procesos de la CMNUCC, y desarrollar, racionalizar y defender posiciones comunes.

Además, durante la COP27 seremos parte de tres “side event” o eventos paralelos. ¡Agendá!

Lunes 14/11: JUSTICIA DE GÉNERO Y CLIMA: SOLUCIONES TRANSFORMADORAS DESDE AMÉRICA LATINA
16:15 (Hora del Cairo) – Pabellón Colombiano. Evento presencial.

Participan Verónica Luna de Fundación Plurales (Argentina, Bolivia, Paraguay); Enda Colombia (Colombia); Todos Juntos (Guatemala); Women Engage for a Common Future (Alemania)
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Miércoles 16/11: RESISTENCIAS A LOS DESPOJOS TERRITORIALES PARA LA MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
16:55 – 17:55 (Hora del Cairo) – Pabellón Indígena. Evento presencial con transmisión simultanea.

Participan: Oseas Barbarán, de CONAP; Mayra Macedo de ONAMIAP; Marta Esber de Fundación Plurales; Gonzalo Colque de Fundación Tierra; Jubenal Quispe de CODECA (virtual) y Zulema Burneo, de la Unidad de Coordinación Regional ILC LAC (virtual).
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Miércoles 16/11: BIOMA GRAN CHACO AMERICANO: UNA OPORTUNIDAD FRENTE A LA CRISIS CLIMÁTICA
14:00 – 20:00 (Hora del Cairo) – Pabellón Agricultura Sostenible de las Américas. Evento presencial.

Participan: integrantes de Redes Chaco, Fundación Avina (Paz Gonzalez), Fundación Plurales (Nicolás Avellaneda), Fundación Vida Silvestre Argentina (Daniela Gomel) WWF Paraguay (Oscar Rodas) y VAC.

-Miércoles 17/11: TALLER DE CAPACITACIÓN DEL PROGRAMA SOLUCIONES CLIMÁTICAS JUSTAS EN TÉRMINOS DE GÉNERO

Actividad cerrada para miembros del WECF. Objetivo: socializar habilidades y estrategias de incidencia y promoción política.

Exponen organizaciones ganadoras del premio a las Soluciones climáticas justas en Género del Women Engage for a Common Future (WECF)

Participa Vero Luna, de Fundación Plurales, que haciendo foco en los microdocumentales GUARDIANAS DEL TERRITORIO, compartirá las experiencias en la creación de estrategias de comunicación en Acción Climática y mecanismos de defensa y autoprotección de los derechos de las Defensoras Ambientales.

Fundación Plurales y HIP GIVE se unen para ayudar: doná y se parte

HIPGive es la plataforma de herramientas digitales de Hispanics in Philathropy que posibilita la movilización de recursos para proyectos de impacto social en el continente americano. En esta ocasión, Fundación Plurales está realizando dos campañas que cambiarán la vida de personas en territorio.

Jóvenes en Altavoz

“Escuela Tierra y Territorio” surge como una iniciativa del grupo de juventud de la Coalición Nacional por la tierra – ENI Argentina. Jóvenes campesinos, indígenas y miembros de la pequeña agricultura familiar, quieren fortalecer sus acciones en los territorios para que sus voces puedan expresarse con mayor fuerza y así lograr incluir la visión de la juventud en las agendas nacionales. 

El dinero de la campaña será destinado a generar un espacio de formación e intercambio político y técnico en cuestiones relevantes como cambio climático, justicia de género, agricultura familiar y derechos territoriales, para un grupo de 25 jóvenes campesinos/as, indígenas y de la pequeña agricultura familiar de Argentina.

Cosechemos Agua

Con este proyecto podremos construir comunitariamente tres cisternas de 16 mil litros, para garantizar el acceso al agua en tres comunidades indígenas de Tartagal y con ello, fortalecer su resiliencia climática. Así, tendrán la capacidad de cosechar 96.000 litros de agua al año.

Cosechemos Agua se inserta en el marco de dos iniciativas que venimos promoviendo. El Programa SEDCERO, red multiactoral creada para garantizar el acceso a agua para consumo, producción y saneamiento; y ENI Argentina, plataforma nacional por los derechos a la tierra impulsada por los miembros de la International Land Coalition en Argentina. Ambas redes contienen esta acción para fortalecer la resiliencia climática de las poblaciones locales mediante el acceso al agua segura.

Fundación Plurales participa del Consejo Asesor Externo del Gabinete Nacional de Cambio Climático

El Consejo Asesor Externo (CAE) del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático fue creado por la ley Nº 27.520 en su artículo 12. Es un espacio de trabajo de carácter consultivo y permanente, para asistir y asesorar al Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC) en la elaboración de políticas públicas relacionadas con el cumplimiento de la ley nacional.

El CAE realizará, a requerimiento de la Coordinación Técnica Administrativa, las recomendaciones o propuestas al Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, también recomendaciones o propuestas adicionales sobre otros instrumentos y acciones de política climática nacional.

Desde Fundación Plurales tuvimos la oportunidad de participar en la conformación del Consejo Asesor. Fuimos convocados por ser una ONG que trabaja hace varios años, en cuestiones vinculadas al Cambio Climático. La coordinación del CAE se encuentra en cabeza de la Coordinación Técnica Administrativa del Gabinete Nacional de Cambio Climático, es decir, de la Secretaría de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Participaron del primer encuentro también, la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Cecilia Nicolini; Hugo Oyarzo, subsecretario de Acceso a la Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; Santiago Borgna, director de Industria Sostenible del Ministerio de Desarrollo Productivo; Blanca Cáffaro, coordinadora ejecutiva del Programa de Coordinación para la Transición Sostenible del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación; y Suyay Cubelli, responsable del Departamento de Cooperación Internacional y Gestión Técnica del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Además, estuvieron presentes representantes de los distintos sectores que integran el Consejo Asesor: la comunidad científica, universidades e instituciones académicas, sindicatos, organizaciones ambientales, pueblos y comunidades indígenas, entidades empresariales y partidos políticos.

Según la ley N° 27.520 y su decreto reglamentario N° 1030/2020, el CAE está conformado por un máximo de veinte integrantes, de acuerdo a los principios de transparencia, balance de género, multidisciplinariedad, representación regional e idoneidad en la materia.

Fundación Plurales entiende muy de cerca, no solo los efectos que produce en el ambiente el cambio climático, sino en la vida de las personas que habitan los territorios. En muchos casos, estas personas hace tiempo vienen desarrollando acciones de mitigación y adaptación, sin enmarcarlas teóricamente en esas categorías. A su vez, aprendiendo y desarrollando actividades, entendiendo la importancia que tiene para los territorios, el ambiente, el planeta y fundamentalmente, para sus vidas.

Nos propusimos que en estas instancias colectivas del Consejo Asesor Externo del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, nuestra función sea compartir las distintas experiencias y voces desde los territorios. Creemos que al Estado lo hacemos entre todes y creemos en el trabajo que venimos realizando hace varios años y que eso puede orientar las políticas públicas del Estado vinculadas al Cambio Climático.

Fundación Plurales participa en la COP26

La 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se celebrará del 1 al 12 de noviembre del 2021, en la ciudad de Glasgow, Escocia. Como cada año, pero con el agravante de la pandemia mundial que exacerbó las injusticias en el Sur Global, se discutirá cómo abordar efectivamente la crisis climática. 

La presencia de las mujeres y nuestras acciones con Justicia de Género son claves para fortalecer soluciones sostenibles y efectivas frente al cambio climático. Es fundamental que las voces de las defensoras ambientales lleguen y se amplifiquen en la agenda que se debatirá en Glasgow. Estos espacios permiten a nuestras organizaciones aprovechar el poder colectivo y hacer demandas a los gobiernos nacionales para que cumplan sus obligaciones con Justicia de Género. 

Desde Fundación Plurales, en el marco del Programa Defensoras Ambientales, estamos impulsando dos eventos paralelos en la COP26. Uno será en el pabellón de Euroclima+, conjuntamente con el Fondo de Mujeres del Sur y socias de la Alianza Global por el Género y Clima (GAGGA). Otro en el Pabellón de Pueblos Indígenas, en conjunto con la International Land Coalition (ILC) y sus miembros.

AGENDA: Eventos Paralelos / Side Events

• Protección de los ecosistemas desde los enfoques de justicia climática, género y grupos vulnerables

Sábado, 6 noviembre 2021, 15:45 – 17:00 (Hora Glasgow) (Hora ARG 12:45 – 14:00hs)

Objetivo: Visibilizar y poner en discusión la vulnerabilidad histórica/estructural sobre los cuerpos/territorios de las mujeres y cómo las defensoras ambientales, campesinas, indígenas y urbanas gestionan estrategias para fortalecer sus capacidades de resiliencia, disminuir vulnerabilidades y enfrentar tanto el cambio climático como las injusticias ambientales y de género presentes en el territorio.

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• Derechos a la tierra y territorio en el centro de la discusión de políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. Aportes desde América Latina

Viernes, 12 noviembre 2021, 12:30 -14:00 (hora Glasgow) (Hora ARG 9:45 – 11:00)

Objetivos: (1) Posicionar la interdependencia existente entre las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático con la garantía de los derechos a la tierra y el territorio, a la gobernanza y la gestión colectiva y al acceso a los bienes naturales de las comunidades indígenas y locales. (2) Visibilizar la importancia y aportes de los pueblos y comunidades indígenas, campesinas, costeras y locales, como custodios y protectores de la diversidad biocultural y como actores clave en la restauración y recuperación de los ecosistemas degradados por la sobreexplotación y el extractivismo en América Latina y el Caribe.

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Siete Planes locales de Acción Climática para la gobernanza ambiental del Gran Chaco Americano

A través del proyecto Acción Climática Participativa (ACP), más de 800 familias rurales en Argentina se benefician con nuevas capacidades y espacios de debate que permiten avanzar en la ejecución de planes de acción climática.

En el Gran Chaco Americano, región compartida por Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, se ubica el segundo bosque más grande de América Latina, que es escenario del mayor proceso de deforestación y cambio del uso del suelo de la última década. Como consecuencia de la desaparición del bosque y la producción agropecuaria extensiva, las comunidades campesinas e indígenas ven afectado su acceso a los bienes naturales – tierra y agua – y a su capacidad de mejorar su calidad de vida y producción.

Frente a los desafíos de la región de Gran Chaco, desde junio del 2019, el proyecto «Acción Climática Participativa: integrando los retos del cambio climático en el Gran Chaco Americano» (ACP), que se ejecuta en Argentina y Paraguay, contribuye a la gobernanza ambiental con énfasis en el apoyo a los gobiernos locales y las comunidades del bosque chaqueño – campesinas e indígenas – consideradas como principales defensores ambientales del territorio.

En Argentina, el proyecto se desarrolla en 7 localidades de 4 provincias diferentes: Las Breñas (Chaco), Villa Tulumba (Córdoba), Patquia y Olta (La Rioja), El Mojón, Villa Matoque y San José del Boquerón (Santiago del Estero). Cada una de ellas tiene diferentes características poblacionales, políticas y normativas relacionadas al uso del suelo, la gestión del agua y del bosque; y varían en la disponibilidad de recursos y capacidades técnicas. Sin embargo, todas comparten la necesidad de contar con una planificación estratégica frente a los problemas generados por los eventos climáticos, como las sequías e inundaciones, y por el cambio en el uso del suelo que modificó las posibilidades de producción de las comunidades rurales.

Las voces de los territorios rurales

Para contribuir con las comunidades, en diciembre 2020 y marzo de 2021, se lanzaron, en las localidades mencionadas, siete Planes Locales de Acción Climática. Estos documentos son los primeros que cumplen desde su proceso de elaboración, con las normativas y políticas nacionales e internacionales. Pero fundamentalmente, visibilizan las necesidades y las propuestas generadas desde las voces de los territorios rurales.

Las comunidades campesinas e indígenas tienen múltiples necesidades, entre ellas, acceso al agua para consumo y producción, preservación del bosque nativo, apoyo a la producción agroecológica y de alimentos resilientes al clima, acceso a internet y comunicaciones, mejoramiento habitacional y regularización de sus tierras, entre otros temas fundamentales para el desarrollo local. Por ello, los Planes Locales de Acción Climática recogen esas necesidades y presentan estrategias concretas con nuevas opciones productivas e innovaciones para contribuir a resolver los problemas locales.

Cada Plan Local de Acción Climática presentó tres etapas. En la primera se generó un Análisis de Vulnerabilidad Socioambiental de las localidades; en la segunda, se realizaron los Inventarios de Gases de Efecto Invernadero; y en la última etapa, se definió la planificación para la resolución de los problemas socioambientales identificados. Esta última busca generar una perspectiva hacia el año 2030.

Mesas locales de acción climática para una gobernanza ambiental participativa

“Queremos promover una construcción efectiva y dinámica en un proceso de planificación que permita a las localidades responder a las sequías y las inundaciones, la deforestación y la subsecuente extensión de la frontera agropecuaria”, detalla Paula Juárez, coordinadora en Argentina del proyecto ACP, integrante de Fundación Plurales.

Una verdadera gobernanza ambiental participativa del territorio chaqueño requiere explorar y recorrer nuevos caminos, aprender, ajustar y redoblar las acciones. Por ello, los Planes Locales de Acción Climática se desarrollaron de manera conjunta entre distintos representantes y actores, representantes de los gobiernos municipales y organizaciones de base y campesinas de cada una de las 7 localidades, y se construyeron a través de las Mesas Locales de Acción Climática, un nuevo instrumento específico generado desde el proyecto ACP para diseñar y construir los planes de forma participativa.

A través de las Mesas Locales de Acción Climática se desarrollaron debates locales, regionales y nacionales para trabajar sobre el desarrollo regional teniendo en cuenta algunos ejes transversales como, una visión de justicia ambiental y social, la perspectiva de género – ponderando el rol de las mujeres – y el cuidado del agua en el bosque semiárido.

En paralelo, se llevaron a cabo procesos de formación y capacitación para gobiernos locales y organizaciones de los territorios sobre adaptación y mitigación al cambio climático, en temas como bosques y agroforestal, agroecología, gestión comunitaria del agua, comunicación, entre otros temas.

Las organizaciones integrantes de las Mesas Locales de Acción Climática participaron y reforzaron su interés en las herramientas y procesos propuestos. A su vez, en los gobiernos locales de Santiago del Estero – dados los altos índices de vulnerabilidad social y las mayores dificultades encontradas en el territorio – se impulsó una Mesa Interlocal de Acción Climática del Salado Norte (la articulación de tres mesas locales) que tiene por objetivo potenciar y construir sinergias entre estas localidades de Boquerón, El Mojón y Villa Matoque para que puedan aprovechar mejor sus capacidades y recursos; y puedan plantearse iniciativas de mayor escala.

Paula Juárez, coordinadora en Argentina del proyecto ACP, integrante de Fundación Plurales, explica que estas herramientas tienen por finalidad articular las voces de los gobiernos locales con las de otras organizaciones, públicas y privadas, de cada uno de los territorios, especialmente de las comunidades campesinas e indígenas del Gran Chaco.

Pilotos demostrativos que benefician a familias rurales

Durante el 2021, el proyecto de ACP viene acompañando el co-diseño y la ejecución de acciones previstas en los Planes y se están apoyando pilotos demostrativos, que se desarrollan sobre temáticas clave, tales como acceso a agua para consumo y producción, inclusión digital rural, agroecología, entre otros, y se busca que sean replicadas y escaladas.

Hasta la fecha, más de 800 familias rurales, se benefician con los pilotos demostrativos de manera directa. El proyecto considera vital que el proceso de gobernanza participativa esté acompañado por nuevas capacidades y resultados materiales concretos en los territorios que estimulen y potencien las mesas locales.

Franco Ciafrandini, quien es parte del equipo técnico de la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), explica que es fundamental que existan la Mesa Local de Acción Climática, creada por ACP:

“Es bueno que el plan sea de un territorio y no de un gobierno. Articularlo con distintas organizaciones y debatirlo en este tipo de escenarios es fundamental. Que las organizaciones y la sociedad civil en general lo hagan suyo y que en nuevas actualizaciones siga participando, se siga involucrando, eso hace que las acciones propuestas se puedan llevar a cabo con mayor seguridad”, sostiene Ciafrandini.

La RAMCC ha apoyado el diseño de casi 200 planes, pero estos 7 planes son los primeros que desarrolla trabajando no solamente con los municipios, sino con otros actores locales y particularmente, integrando voces de áreas rurales. A su vez, la RAMCC marca la importancia de estos planes porque son municipios de menor escala y de las regiones del norte que no suelen estar vinculadas a la Red.

*Nota original

Volver a transitar los territorios: Salado Norte

Necesitábamos hace mucho tiempo, hacer cuerpo el encuentro, romper la virtualidad. Finalmente pudimos regresar, con actividades pendientes, con una agenda apretada para que entre todo, pero fundamentalmente con la necesidad de encontrarnos después de mucho. Estábamos ansioses del intercambio cara a cara, el compartir cotidiano y continuar con el trabajo que aún en pandemia, seguimos articulando entre todes.

Santiago del Estero está al norte de Argentina, en la región del Norte Grande Argentino, limita al norte con Salta y Chaco, al este con Santa Fe, al sur con Córdoba y al oeste con Catamarca y Tucumán. Su población es de 896.461 habitantes, y una superficie de 136.351 km², dividida en 27 departamentos.

Después de los hisopados correspondientes, más de 400 kilómetros de ruta y un control policial, pisamos Santiago del Estero con ansiedad, emoción y miedos, pero sobre todo alegría de volver. A eso, le sumamos más de 2 horas de viaje para llegar al departamento de Pellegrini, bien al norte. Pasaron 18 meses y pudimos volver a uno de los tantos lugares donde habita parte de nuestro trabajo.

Más allá de las actividades planeadas en cada localidad, lo principal era volver a conectarnos. Reencontrarnos con las organizaciones, con los municipios, luego de un año de haber trabajado desde la virtualidad.

Nuestra primer parada fue la Comuna de El Mojón, población ubicada en el departamento Pellegrini, para la Presentación del Plan Local Cambio Climático realizado en el marco del proyecto Acción Climática Participativa, del programa Euroclima+, que coordinamos en Argentina. Luego, llegamos a la localidad de Piruaj, del Departamento Copo, donde compartimos con las mujeres del Frente de Mujeres del Salado Norte. En El Aibal, compartimos con la Asociación de Productores de Pellegrini y Alberdi (APPA). En La Candelaria, paraje ubicado al norte del departamento Copo, visitamos a la Asociación La Candelaria. El último lugar, fue la sede de la Unión de Pequeños Productores del Salado Norte (UPSAN) en San José del Boquerón, localidad ubicada en el departamento Copo.

La territorialidad es parte fundamental de nuestro trabajo. La acción, la ejecución y compartir con la comunidad es lo que más disfrutamos. El territorio es un espacio construido de intercambios, en los que gestionamos de diferentes modos y armamos redes. Esa red de relaciones que en pandemia nos llevó horas de comunicación telefónica y computadora, ya era hora de poder ponerla en presencia, en campo.

En todos los años que llevamos trabajando, Santiago del Estero fue el primer lugar donde comenzamos a ejecutar proyectos en 2001, establecimos vínculos fuertes, no solo de trabajo y cooperación, sino de amistad y compromiso. Y si bien el WhatsApp, el Zoom y el cariño nos mantuvieron conectados y trabajando, con todos los desafíos que presenta la virtualidad, necesitábamos vernos cara a cara, compartir la ronda bajo un algarrobo, sentir los pies en la tierra y el clima de nuestro chaco.

Fundación Plurales trabaja en esta zona del Salado Norte, departamentos Copo, Alberdi y Pelegrini, hace más de 20 años. Tenemos una trayectoria que casi surge al mismo tiempo que nuestra fundación. Es uno de los primeros lugares donde empezamos a sentir y vivir el territorio, conocer la realidad de estas tierras, de las que nos sentimos parte, conectar con la gente y aprender con las organizaciones campesinas. Nuestra propia organización se fue constituyendo en base a las necesidades y demandas que fueron surgiendo de este territorio, por ejemplo el acceso al agua, el trabajo, la tierra, y el trabajo con las mujeres que son nuestra prioridad.

«Los extrañamos», «Tanto tiempo» se repite en todos los lugares que visitamos. El reencuentro es cálido pese al distanciamiento social y los protocolos de cuidados. Nos esperan con comida y queremos contarnos todo lo que sucedió en este tiempo que la pandemia no nos dejó vernos cara a cara.

Si bien tenemos un vínculo por los medios digitales que actualmente nos permiten estar conectades, no es lo mismo. Compartir el cotidiano en campo por unos días, nos dio energía para seguir de otro modo. Porque la conversa cuerpo presente, pisando la misma tierra bajo nuestros pies, nos encuentra. Nos volvemos a sentir más cerca, para seguir con cada una de las luchas diarias.

Aprendemos de las luchas campesinas que resisten a los avances del agronegocio, la lógica del capital y la aceleración capitalista que rompe con todo los ciclos y tiempos que la naturaleza necesita para seguir produciendo la vida en el territorio. El movimiento campesino en Santiago del Estero es uno de los más grandes de todo el país, que lleva más tiempo, es ejemplo y esperanza para muchos otros territorios. Es para nosotres un placer trabajar con elles.

Nos recibió el calor intenso típico de Santiago y nos despidió la lluvia, esa que aunque sea poca, en muchos casos anega los caminos de tierra para llegar a las comunidades con las que venimos trabajando. Todos los días la agenda quedaba a disposición del clima, sabíamos que si llovía mucho no íbamos a poder visitar algunos lugares, lo que sucede en territorios desmontados por el agronegocio y el avance inmobiliario, el suelo no absorbe, no filtra la lluvia, y el agua que debería ser una bendición en esos lugares secos, es mala noticia. Tuvimos suerte, y la lluvia nos permitió llegar a todos lados.

Aunque los caminos mejoran, colocan asfalto o ripio, se suman otras problemáticas como este avance de la frontera agropecuaria que además de provocar inundaciones, hace que las napas no se recarguen de agua y aquellas comunidades donde el acceso al agua para consumo depende de algunos pozos, se ve afectado porque no filtra en la tierra, se escurre y los pozos no se cargan.

El abrazo apretado y el mate compartido se harán esperar un tiempo más, pero mirarnos a los ojos lejos de las pantallas nos inyectó vida para seguir haciendo esto que amamos. Nos fuimos sabiendo que los años de trabajo y los hilos que tejemos siguen ahí, intactos. «Esperamos que vuelvan pronto, que esto pase rápido», dijimos elles y nosotres una y otra vez.

Un repaso de lo que construimos este año

El 2020 significó muchísimos desafíos, para todes, pero logramos reacomodarnos, reorganizarnos y seguir conectades. Siempre juntes, apostando al trabajo colectivo con la firme convicción de que otro mundo es posible.

Queremos compartir con ustedes solo algunas cosas, de todas las que hicimos este 2020 en Fundación Plurales. ¡Gracias por acompañarnos y ser parte de una u otra forma, de Fundación Plurales en este año! Esperamos seguir creciendo juntes en el 2021.

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