Incidencia de las Mujeres Rurales: Informes Alternativos y organismos internacionales

Fundación Plurales realizó, para la Plataforma de Defensoras Ambientales, un informe sobre herramientas para identificar estrategias y espacios de incidencia tanto locales, nacionales como globales, para las organizaciones de mujeres rurales.

Esta publicación es parte de una serie de informes que elaboró Fundación Plurales con el apoyo de RITIMO (red de información y documentación para la solidaridad y el desarrollo sostenible de Francia), Unión Europea, Both Ends, IUCN-NL y la International Land Coalition. Están disponibles online en la web de RITIMO y en formato descargable para impresión en el sitio de la Plataforma de Defensoras Ambientales.

Las recomendaciones que surgen desde Naciones Unidas (ONU) como resultado de la presentación de los informes sombra, han probado ser un gran instrumento para visibilizar demandas a los organismos del Estado e incidir en el cumplimiento efectivo de los derechos; y fortalecer a las mujeres rurales en su percepción del apoyo y reconocimiento que el Sistema de Naciones Unidas le da a sus reclamos.

Oportunidades de incidencia de instancias internacionales

Los Estados Partes que conforman la Organización de Naciones Unidas han firmado y ratificado diferentes tratados internacionales y convenciones, asumiendo compromisos en la búsqueda por el respeto y defensa de los Derechos Humanos. Algunos de estos son el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; entre otros. Los llamados “Órganos de Tratados”, son comités de personas especialistas, independientes y de reconocida trayectoria en materia de Derechos Humanos, que tienen la función de vigilar el cumplimiento de los tratados mencionados anteriormente, actualmente, existen diez.

Todos los Estados partes tienen la obligación de presentar informes periódicos al Comité correspondiente de cada tratado, donde dan cuenta de los avances sobre cómo se están aplicando los derechos. Dependiendo qué Comité, los Estados presentan informes cada dos o cuatro años. Cada Comité lo examina y comunica al Estado sus preocupaciones y recomendaciones en forma de “observaciones finales”.

En este proceso, Naciones Unidas ofrece un sistema formal para que las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) puedan participar activamente a través de la creación de Informes Alternativos o “Sombra”.

¿Qué son los Informes Alternativos o Sombra?

Los Informes Alternativos son un documento creado por la sociedad civil con el fin de ser presentado a diferentes comités de Naciones Unidas para validar, cuestionar, contradecir o complementar la información oficial presentada por el gobierno, al mismo comité de expertos. De esta manera, cada organización redacta su informe, eligiendo su propia metodología y la envía al sistema de Naciones Unidas vía e-mail. El sistema de presentación de Informes es relativamente sencillo aunque se recomienda conocer una metodología de elaboración específica y procedimientos formales.

Desde Fundación Plurales, se recomienda que sea siempre participativa del grupo o sector sobre el cual el Informe versará. Esto incluye formación y capacitación de representantes del grupo en cuestión, realización de talleres locales o con subgrupos, sistematización de los trabajos realizados localmente, elaboración del informe, consulta al grupo involucrado para comentarios o cambios, edición de Informe final, difusión para su aprobación. También se recomienda tener especial preocupación por la cantidad y calidad de participación de mujeres y jóvenes.

Si bien esta forma participativa de construcción de los informes suele requerir de más tiempo y fondos, no hay dudas de que los resultados serán mucho más ricos en comparación a los informes que se construyen de manera tradicional. Siguiendo esta metodología, se corre el riesgo de elaborar informes muy tecnicistas, que no reflejen realmente las percepciones y vivencias sobre las distintas problemáticas que poseen las personas en los territorios.

¿Cómo funciona el proceso de presentación de informes?

Una vez redactado el Informe alternativo, debe ser enviado a un correo específico dentro del sistema de Naciones Unidas (el correo electrónico cambiará de acuerdo al comité al que se le esté presentando). Antes de empezar este proceso se recomienda tener claro las fechas límites.

Luego, existen dos caminos posibles: hacer seguimiento de la sesión en la web oficial de Naciones Unidas o participar de manera presencial en la sede de Naciones Unidas en Ginebra. En caso de poder participar de manera presencial, es importante comunicarse al mail oficial para informar quién participará y así poder recibir indicaciones. No hay dudas de que la participación presencial tiene mayor impacto en varios sentidos: encontrarse con otras organizaciones y conocer sobre los otros informes presentados en la misma sesión. Además, por lo general, les participantes pueden acceder a una capacitación y preparación de notas de “lobby” o cabildeo, tener contacto con algunas personas del comité de Naciones Unidas y acercarle más información, participar de una ronda de preguntas realizadas por los propios integrantes del comité con el objetivo de resolver inquietudes que tengan sobre la creación del informe y el contexto de la región.

Quizás, lo más significativo de participar de la Sesión formal, es la posibilidad de leer un discurso en vivo ante los integrantes del Comité y otros participantes de la Sesión (de no más de 5 minutos), que debe recoger los puntos más importantes del Informe (problemática, evidencia, propuestas, etc.). Luego de la lectura de los discursos, los miembros del Comité realizan preguntas específicas y aclaran dudas en relación a los puntos mencionados en sus Informes. Por lo general, esta Sesión se realiza un día antes de que el Estado haga su presentación de Informe oficial.

Luego de llevar a cabo la Sesión en Naciones Unidas, el Comité elabora una serie de recomendaciones dirigidas al Estado que presentó su informe oficial donde remarca cuestiones positivas y preocupaciones que tienen en relación a la información otorgada por el Estado y por los Informes alternativos que recibió desde la Sociedad Civil. En muchos casos, las recomendaciones y observaciones toman cuestiones que fueron presentadas en los Informes Alternativos y pide al Estado que tome acciones concretas en relación a eso.

En 2020, en el marco de las líneas de acción de la ENI Argentina (Estrategia Nacional de Involucramiento Argentina), desde Fundación Plurales propusimos y llevamos adelante un comité de seguimiento de las recomendaciones de CEDAW (Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer) en 2016 y DESC (Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) en 2018 al Estado argentino. Ese comité se constituyó con mujeres representantes de las organizaciones indígenas y campesinas de todos los sectores de las provincias que forman parte de la ENI.

Durante ese primer año se realizó un informe que, en diciembre del 2020, se presentó en la asamblea de la ENI, donde se invitó a representantes de Naciones Unidas. En ese reporte se trabajaron todas las recomendaciones que la ONU le hizo a nuestro país, priorizando las más urgentes, las más desactualizadas en función del contexto de pandemia. Paralelamente, el comité realizó diagnósticos en las comunidades acerca de cómo estaba esa situación, por ejemplo con el tema del agua, violencia, la tenencia de la tierra de las mujeres; y por otro lado, solicitaron información a los organismos que estaban a cargo de las acciones que cubrirían el desarrollo de las recomendaciones.

Luego de esa tarea, evaluaron que era importante dejar vigente ese espacio y actualmente se incorporaron más mujeres, sobre todo indígenas. Entonces, este año están trabajando la Ley de Agricultura Familiar, la política de créditos del RENAF (Registro Nacional de Organizaciones de la Agricultura Familiar) y la Ley de Alimentos Agroecológicos, principalmente la perspectiva de género en estas políticas.

Lilian Gregorio, integrante del área de Género y Territorios de Conocimiento de Fundación Plurales, explica que “lo tomamos como un espacio de análisis, revisión y diagnóstico, también porque vemos qué está pasando en las comunidades. Con la línea de crédito del RENAF, vimos cuáles eran los requisitos, por qué no llegaba a las comunidades, cuáles eran las comunidades que tenían gente que podía cumplir con eso. En paralelo, se van haciendo envíos de notas a organismos del Estado para pedir información o con recomendaciones sobre políticas publicas y acciones del gobierno en los temas que fueron observados en las recomendaciones.

Cuando le consultamos por lo que ella cree que les aporta y suma este proceso, afirma: “Lo que dicen las mujeres y hace significativo este proceso, es que como este es un espacio de análisis, nos permite por sobre todas las cosas, darle más visibilidad a cuestiones que nos afectan y que vamos analizando juntas. De esta manera constituimos el espacio en un Observatorio de políticas publicas que permite analizar desde una perspectiva feminista y rural. También es un espacio donde elaboramos propuesta, recomendaciones y demandas que vamos expresando a nivel publico».

Para concluir, Lilian distingue dos fortalezas en este tipo de procesos, que le permiten tener más incidencia: un trabajo colectivo que a su vez, constituye un análisis más completo, más argumentando. “Generalmente fundamentamos, buscamos antecedentes y es un esfuerzo colectivo. Realmente creo que lo que aporta es la producción de una información más pertinente a la hora de poder hacer incidencia o demandas puntuales por programas o leyes o cualquier instrumento de política pública que está relacionado al tema de género y campesinado indígena, todos temas transversales a la ENI”.

Declaración de Derechos Campesinos: herramienta para fortalecer los derechos de las comunidades rurales

Fundación Plurales realizó, para la Plataforma de Defensoras Ambientales, un informe sobre este documento producto de un gran trabajo de incidencia impulsado desde la sociedad civil, principalmente la Vía Campesina Internacional que en septiembre del 2018 el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) aprobó.

Este informe es parte de una serie que elaboró Fundación Plurales con el apoyo de RITIMO (red de información y documentación para la solidaridad y el desarrollo sostenible de Francia), Unión Europea, Both Ends, IUCN-NL y la International Land Coalition. Están disponibles online en la web de RITIMO y en breve en formato descargable para impresión en el sitio de la Plataforma de Defensoras Ambientales.

Este artículo busca poner en valor este tipo de incidencia pública de alto nivel, así como resaltar los horizontes de posibilidades que abre la Declaración en la exigibilidad de derechos a nivel local para les campesines.

Neoliberalismo y sus consecuencias

A finales de la década de los 90′, pleno auge del neoliberalismo, el capital financiero profundizó su acercamiento al campo provocando procesos de mercantilización (proceso de transformación de bienes y servicios en mercancías comercializables con fines de lucro. El valor de cambio de los objetos prevalece sobre su valor de uso) y financiarización (ascenso de la importancia del capital financiero dentro del funcionamiento de una determinada actividad, en este caso la agricultura) de la agricultura. Estos procesos vinieron de la mano de la tecnología transgénica asociada al uso masivo de agrotóxicos. “El único objetivo: grandes lucros para las corporaciones transnacionales, pero a costa de graves consecuencias para la humanidad”.

De la mano de esta ideología y con la complicidad de los Estados, en el campo se vivió un proceso de privatización, tanto de las tierras como de las semillas. Con el afán de conseguir más terrenos para la producción, las empresas avanzaron sobre las selvas y bosques nativos, así como también sobre territorios que poseían comunidades campesinas e indígenas ancestralmente. Así, esta etapa tuvo consecuencias nefastas para el campesinado: los desalojos forzosos con los despojos que conllevan; la destrucción de mercados locales; la precarización laboral y en muchos casos trabajo esclavo en las fincas de los grandes productores; la contaminación con agrotóxicos que no sólo destruye la naturaleza sino que enferma a las poblaciones; el aumento de la criminalización, violencia y persecución de les campesines; el aumento de las migraciones forzadas; entre otros.

En el plano agrario, la ideología neoliberal trajo aparejada también la teoría del “Fin del Campesinado”. Según esta teoría, con el desarrollo del capitalismo primaría el trabajo asalariado, reemplazando por ende al trabajo familiar. Concretamente, sugiere que las familias campesinas desaparecerían, dejando en manos del agronegocio la capacidad de “alimentar a la humanidad”. Nada más alejado de la realidad: les campesines se organizaron en grupos y movimientos de lucha y resistencia.

Vía Campesina: organización impulsora de la Declaración

Es en este contexto que se produce la conformación de La Vía Campesina: movimiento que reúne a millones de campesines, pequeñes y medianes agricultores, sin tierra, jóvenes y mujeres rurales, indígenas, migrantes y trabajadores agrícolas de todo el mundo. Dentro de los objetivos de la organización se destaca la lucha por la tierra, en contra de las políticas que abren las puertas a las corporaciones en detrimento de las comunidades.

Frente a la crisis climática y alimentaria a nivel global, la Vía Campesina logró – a través de la articulación con otras organizaciones, el debate y elaboración de propuestas y proyectos – desmentir la teoría del fin del campesinado. “No solo que no era el fin, sino que el campesinado es parte de la solución posible a las crisis provocadas por la dinámica de acumulación del capital. Así se inicia el debate de la soberanía alimentaria, y se lanza la campaña Global por la Reforma Agraria. Esos debates irrumpen en 1996 en el Consejo de Seguridad Alimentaria de la ONU. Planteando que para lograr resolver la crisis alimentaria, es condición necesaria el desarrollo y fortalecimiento de la agricultura campesina, local, y para eso la democratización de la tierra”.

De esta manera y en un contexto de vulnerabilidad, discriminación y despojo de les campesines del mundo, además del constante hostigamiento respecto a los modos de producción, el acceso a la tierra y a las semillas y la comercialización de sus productos, se comenzó a delinear una estrategia de incidencia internacional para elaborar una “Declaración de los Derechos Campesinos”, cuya redacción fue impulsada por Vía Campesina en alianza con otras organizaciones como FoodFirst Information and Action Network (FIAN) y el Centre Europe – Tiers Monde (CETIM).

Vía Campesina comenzó a escribir un proyecto de Declaración en abril del 2002, en la “Conferencia Regional sobre Derechos de las Campesinas y Campesinos” teniendo en cuenta los procesos desarrollados en diversas actividades previas. En este proyecto se denunciaba la constante violación de los derechos de les campesines y cómo esto se ve agudizado con las políticas neoliberales, llevando a la necesidad de un convenio internacional para el cumplimiento y respeto de sus derechos.

En el año 2008, junto con FIAN y CETIM, presentaron ante la ONU el proyecto de “Declaración de los Derechos Campesinos”. Y recién en el 2012, se llegó al Consejo de Derechos Humanos donde se presentó el Proyecto de “Declaración de los Derechos Campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales”.

En el 2014, una nueva resolución del Consejo ratificó la necesidad de una declaración presentando un nuevo proyecto que confirmó derechos ya proclamados en otras declaraciones, pero puso en el foco otros: el derecho a la tierra, a las semillas, al acceso a los mercados y precios justos, al agua de consumo y producción, al uso y gestión de los bienes naturales y a no ser afectados por agrotóxicos y transgénicos.

Finalmente, en septiembre de 2018, en la ciudad de Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, aprobó la resolución relativa a la Declaración sobre los Derechos campesinos y otras personas que trabajan en zona rural. Asimismo, en diciembre de ese mismo año, la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York adoptó formalmente dicha declaración, convirtiéndose, por lo tanto, en un instrumento legal internacional.

Declaración de Derechos Campesinos: ¿qué es?

La Declaración de los Derechos de campesines y otras personas que trabajan en zona rural es una herramienta para que puedan exigir el cumplimiento de sus derechos, reclamar políticas públicas que respeten y fomenten su agricultura y forma de producción, que promuevan la soberanía alimentaria y todo aquello que mejore los medios para habitar el territorio, posibilitando la elección de permanencia en él y evitando que deban migrar por la falta de condiciones mínimas que aseguren una vida digna (el llamado “éxodo a las grandes ciudades”).

Esta declaración envía un fuerte mensaje para que se reconozca el rol fundamental de les campesines, abriendo perspectivas de futuro para que se respeten condiciones de vida y de trabajo decentes. El mundo necesita esta herramienta para promover la implementación de sistemas alimentarios sostenibles en el mundo.

En primer lugar, reconoce como campesines a quien se dedique o pretenda dedicarse de forma individual, asociada o comunitaria a la producción agrícola. Seguidamente, consagra los siguientes derechos:

-El derecho a la tierra que se define como el acceso, el uso y la gestión de la tierra, elementos necesarios para respetar el derecho a un nivel de vida decente, a la salud, a participar en la vida cultural, al acceso a la justicia, al agua potable y saludable, limpia y al saneamiento de la misma, así como el derecho a estar protegido contra desalojos forzados, contra la contaminación, entre otros. Estas nociones implican libertades y derechos que resultan fundamentales para el respeto de los derechos de las poblaciones rurales.

-El derecho a las semillas y a la biodiversidad, que incluye el derecho de guardar, almacenar, transportar, intercambiar, dar, vender y reutilizar las semillas campesinas. Al desarrollar sus propias semillas, les agricultores construyen sistemas agrarios más resilientes y más sostenibles, capaces de alimentar la población a pesar del cambio climático.

-Se reconocen los derechos colectivos, expresado como el derecho a fundar organizaciones, ser reconocidos jurídicamente, opinar libremente y a buscar, recibir y difundir información vinculada a los procesos de producción, elaboración y comercialización de los productos. Esto se refiere a la manera en la cual se organizan las poblaciones rurales, particularmente lo relativo al acceso y gestión de sus recursos (ya que la mayoría de ellas son socialmente definidas y se organizan de manera colectiva).

Mujeres Campesinas

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), las mujeres representan el 50% de la fuerza de trabajo agrícola total en los países en desarrollo. Pese a esto, las mujeres rurales enfrentan mayores limitaciones que los hombres para acceder a la tierra, la tecnología, los mercados, la infraestructura y los servicios.

Por esto, la igualdad de género es una de las políticas centrales a la hora de trabajar en el ámbito rural, y sobre esto, la Declaración también aporta herramientas concretas. Específicamente, la Declaración cuenta con dos artículos que empoderan el rol de las Mujeres Campesinas.

Uno de ellos es el artículo N°4, que declara la responsabilidad de los Estados de implementar las medidas que crea pertinentes para “eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres campesinas y otras mujeres que trabajan en zonas rurales y para promover su empoderamiento a fin de garantizar, sobre la base de la igualdad entre hombres y mujeres, que disfrutan plena y equitativamente todos los derechos humanos y las libertades fundamentales y que pueden perseguir, participar y beneficiarse libremente del desarrollo rural, económico, social, político y cultural”.

“La inclusión de dos artículos específico de reivindicación de los derechos humanos para las mujeres dentro de la declaración, se convierte en un avance muy significativo para miles de nosotras que militamos dentro de las organizaciones y en el medio rural, pues, es una forma de reconocer, pero, también regular escenarios excluyentes, discriminatorios que desde la cultura e ideología patriarcal desarrolla una identidad de apropiación de los cuerpos, del trabajo y de la vida de las mujeres y de los bienes naturales” expresan Iridiani Seiber y Yolanda Areas, quienes conforman el Movimento de Mulheres Camponesas (MMC) de Brasil y la Asociación de Trabajadores de Campo (ATC) de Nicaragua, respectivamente.

La Declaración: voz de alerta y horizonte de acción

Respecto a la Declaración, Diego Montón, referente del Movimiento Sin Tierra y del Movimiento Campesino Indígena de Argentina e integrante del Colectivo Internacional de Derechos Campesinos de la Vía Campesina concluye que “es un compendio de propuestas, horizontes y políticas públicas agrarias que deberán irse materializando en cada una de las naciones. El preámbulo reconoce el papel fundamental de la soberanía alimentaria para el desarrollo de la humanidad y reconoce la importancia de la reforma agraria como una instancia a la cual los Estados deben apelar para garantizar la soberanía. Con datos muy concretos reconoce las injusticias y desigualdades a las que se ve sometida la agricultura campesina, así como derechos fundamentales (…) que a partir de ahora marcan una pauta hacia dónde deben ir las legislaciones de todos aquellos Estados que se consideren progresistas o respetuosos de los derechos humanos. Por eso plantea cuáles son las obligaciones para que se garanticen esos derechos (…) Si bien por ahora no es vinculante, nos brinda todo un marco para los conflictos que tenemos por tierras, por semillas y para pelear por los precios justos de nuestros alimentos. En el norte del país, en Salta y Jujuy, tenemos litigios legales en donde esta resolución viene a darnos argumentos para las organizaciones, las familias que quieren ser desalojadas y las personas que defienden su trabajo en el campo”.

Cabe destacar que de todos los procesos de debate que implicó la Declaración, se logra el reconocimiento y reivindicación de la importancia y el rol fundamental que ocupa la agricultura campesina: alimenta al 85 por ciento de la población mundial, con tan sólo un cuarto de las tierras agrícolas. Es por ello que comienzan a considerar que fomentarla es la mejor estrategia en la lucha contra el hambre, que es uno de los principales objetivos de Naciones Unidas. “Este proceso reconoce y reivindica el lugar de la agricultura campesina para toda la humanidad, tanto por la producción de alimentos como en la mitigación del cambio climático”.

Este es un buen resumen que pone en foco dos puntos importantes. En una primera instancia, la declaración ubica en el más alto nivel de debate internacional tanto el rol como la importancia de la agricultura campesina, reconociendo a su vez las situaciones de discriminación, marginación y vulneración de derechos a las cuales están sometides campesines de todo el mundo.

Sumado a este reconocimiento legítimo, se convierte en una herramienta muy importante de incidencia política, ya que sirve de base para reclamos y luchas de los distintos grupos a nivel local, en la búsqueda de reformas legales que les sean favorables. Es decir, permite plantear una serie de derechos y obligaciones de los estados en relación a esta actividad, dando lugar a que se problematicen las situaciones de injusticia como los desalojos de tierras, la privatización de las semillas; la falta de cobertura social, de acceso a la justicia, al mercado y a precios justos para tener ingresos adecuados y una vida digna, entre otros. “La declaración viene a poner una voz de alerta, pero también un horizonte sobre qué tienen que hacer los Estados ante estos escenarios”.

Es interesante destacar que la lucha del campesinado va más allá de la tierra y la producción agraria; es la lucha por sus territorios, por la preservación de sus culturas y modos de vida. Es movilizarse para construir sociedades más inclusivas y democráticas.

Si bien es reciente la resolución de la Declaración, podemos afirmar que para las organizaciones campesinas significa una victoria en el reconocimiento de sus derechos, luchas y su rol como actores clave del sistema alimentario mundial. En palabras de Diego Montón, “tenemos litigios legales en donde esta resolución viene a darnos argumentos para las organizaciones, las familias que quieren ser desalojadas y las personas que defienden su trabajo en el campo”.

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La importancia de la alimentación en tiempos de pandemia

Frente al covid-19, virus que nuestro sistema respiratorio aún no conoce, no tenemos todavía anticuerpos, a pesar de esto, existen numerosas maneras para cuidarnos y evitar enfermarnos. Sin descuidar las medidas preventivas que todes conocemos, lavado de manos, disminuir lo más posible la circulación, normas de cuidado al salir y volver a casa, es importante que fortalezcamos las barreras naturales de nuestro organismo. También es fundamental evitar enfermarnos de cualquier otra cosa para no generar demandas extras al cuerpo. Con la ayuda de Virginia Paillet, promotora de salud y técnica epidemióloga, repasamos algunos consejos.

En principio, es necesario mantener las vías respiratorias calientes, húmedas y bien hidratadas (hacer vahos envolviendo la cabeza con una toalla sobre la olla, respirando el vapor por varios minutos. Sobre todo le sirve a los niños. Para mantener las fosas nasales siempre hidratadas usar aceite o ungüentos, en el norte argentino suele encontrarse el “mentisan”, si no tenemos, podemos poner algún aceite en las fosas nasales, girasol de cocina o manteca o grasa de cerdo), una buena flora intestinal, respiratoria y de la piel.

Alimentación como medicina

La alimentación es central, es la principal forma de mantener un equilibrio saludable. La flora del sistema digestivo, como cualquier otra flora de nuestro organismo, forma parte de la primera barrera de defensa y está íntimamente ligada a la calidad de la alimentación. Toda respuesta que deba dar el cuerpo ante un agente extraño exige la síntesis de sustancias internas, a partir de nutrientes de la dieta. Por eso, te proponemos algunos tips para mejorar tu sistema inmune, que son válidos siempre pero más aún en tiempos de pandemia.

A nivel general, beber buena cantidad de agua potable o potabilizada en casa y un buen plan nutricional: las proteínas son los principales componentes de nuestras defensas, y los lípidos de nuestro rendimiento neurológico, que maneja el resto. Una buena fuente de proteínas y otros nutrientes esenciales son las legumbres. Los lípidos, se pueden encontrar en los aceites y las grasas animales. La carne roja (proteínas, vitaminas, grasas y minerales como hierro) es suficiente consumirla 1 vez a la semana.

En esta misma línea, las harinas, fideos y arroz, la papa, son carbohidratos que dan saciedad pero no cumplen con las necesidades nutricionales. Para aportar buenos nutrientes, podemos agregarle ingredientes, que tienen un alto valor nutricional (aun siendo en poca cantidad por lo que son altamente rendidores), como las semillas (girasol, chía, calabaza, sésamo) y cereales de buen valor proteico (amaranto, mijo, quinoa, avena, maíz) e ingredientes económicos que pueden agregarse en mayor proporción como verduras de hoja verde y/o de estación (acelga, espinaca, zapallito verde, verdeo y aromáticas) ingredientes gratuitos provenientes de huerta (zapallos y hojas verdes) o alimentos autóctonos silvestres que se puedan encontrar en el monte de manera gratuita (diente de león para ensalada, lechuga silvestre, caléndulas, ruculas, granada, mistol, borraja, flores de calabaza macho, chañar, tuna, algarroba, pitaya o ulúa, mangos, paltas).

Para entender cada componente de una dieta saludable, necesitamos saber que las semillas son fuentes de ácidos grasos esenciales (formadores de membranas celulares, reservas energéticas, funciones metabólicas, protectores neurológicos y frente a la inflamación). La mayoría de las semillas contienen omegas que se requieren para el desecho de sustancias tóxicas (antioxidantes) y para el correcto desarrollo de tejidos, además contienen también proteínas y minerales (hierro, calcio, fósforo, magnesio, zinc, cobre, etc). Las que más valor nutricional tiene son chía (omegas), girasol, sésamo (calcio), calabaza (magnesio antiparasitario), lino (omegas), en ese orden de prioridad. Igualmente, para que las semillas sean efectivas hay que activarlas remojandolas unos minutos, tostándolas (podemos comprarlas tostadas) o moliéndolas como para hacer harinas (pasándolas en seco por una licuadora o por un mortero).

Por otro lado, el arroz, aunque es un cereal, no es de gran valor nutricional. Los cereales se caracterizan por tener cáscara y crecer en la parte superior de la planta. Los más nutritivos son el amaranto (el más útil cuando hay desnutrición proteica sobre todo en niñes y aporta mucho nitrógeno), mijo (contiene hierro, es importante cuando hay bajo consumo de carnes), quinoa (alta fuente de proteínas), maíz y centeno.

Asimismo, las legumbres pueden ser un buen reemplazo cuando falta la carne, por su alto contenido de hierro y sobre todo de proteínas. Las más importantes son de colores fuertes, como lentejas, porotos negros o colorados y los mungos. Los garbanzos y las arvejas tienen otros minerales que también son necesarios, para evitar sus antinutrientes, hay que hidratarlas mínimo 8 horas y cocerlas bien, con laurel, comino o algas y sin sal. El maní es una legumbre super nutritiva y barata, y se puede agregar a cualquier comida. Si combinamos legumbres y cereales potenciamos sus efectos nutricionales.

Del mismo modo, los vegetales son necesarios siempre en una alimentación saludable, muchos, sino todos, son medicinales. Para que un plato sea nutritivo, tiene que tener todos los colores. Todo lo que es verde en general aporta hierro, calcio, magnesio y vitamina C. Cuidan el hígado y las defensas. Dentro de las verduras y hortalizas, lo verde suele ser lo más completo. Todo lo que es naranja, amarillo o rojo aporta en general vitamina A y C, ácido fólico y betacarotenos que cuidan la piel y las mucosas. Lo blanco suele contener potasio, selenio, y son potentes antibióticos y antiparasitarios, importantísimos para cuidarnos de las infecciones, en general cuidan el corazón y los pulmones.

Si estás en el campo y podes consumir leche de vaca o cabra, es un gran alimento y aliado para tu familia, si no disponemos de animales, y tenemos poco acceso a lácteos, podemos incluir otros alimentos que aporten calcio (algunas semillas y vegetales que ya mencionamos). En caso de consumir buena cantidad de vegetales, podemos prescindir de la leche de vaca de sachet. La leche industrial no es tan buena porque contiene hormonas y antibióticos que afectan la flora y nos predisponen a las alergias y a generar moco. Sin embargo, la grasa animal sí es necesaria, y la podemos obtener de la utilización como reemplazo de aceites para cocinar, o de la manteca o quesos duros y autóctonos, como el queso de cabra u otros.

La carne roja (ya sea de vaca o de otro animal), nos aporta vitaminas que están presentes en gran proporción solo en animales, esto vale para el huevo. Se puede comer 1 huevo todos los días. En cuanto al hierro, los cortes que más lo contienen son el hígado y el riñón. Para aprovechar la carne, siempre es mejor consumirla con algo que contenga vitamina C y poco almidón, como cítricos y hojas.

Recomendamos acompañar las comidas con los siguientes condimentos: pimientas, canela, tomillo, ají, ajo y cebollas, romero, orégano, jengibre.

Por otra parte, las infusiones cobran mucho valor. Son terapéuticas y mantienen las vías húmedas, calientes e hidratadas. Siempre es mejor consumirlas sin azúcar o con miel. La miel y todos sus derivados, polen, jalea real, propóleos, son muy importantes en esta época y para este momento, se agregan al final con la infusión tibia para aprovechar sus propiedades. La que no falla nunca es la de manzanilla, llantén, jengibre, limón y miel, no importa si falta algún ingrediente. La artemisa annua es una planta altamente preventiva para enfermedades respiratorias, basta con una ramita del tamaño de un dedo al día.

Recomendamos también tomar regularmente infusiones de tomillo, manzanilla, romero (no de noche), ambay, tutía o revienta caballos o espina colorada, ajenjo dulce, artemisia annua (se puede en niños), hinojo semillas, jengibre, limón, eucalipto globulus (poca cantidad en infusión) y se puede hacer jarabe de eucalipto.

Por el contrario, existen alimentos que siempre es mejor evitar o disminuir su consumo en nuestra dieta, e incorporan conservantes y químicos que no son saludables. Las harinas blancas y el azúcar blanco, si es posible hay que reducirlos y combinarlos con nutrientes. Al igual que todo lo que contenga colorantes, conservantes, saborizantes, emulsionantes (golosinas, salchichas, cereales de colores, jugos en polvo, gaseosas, caldos en cubo o polvos, chizitos, papitas, palitos, hamburguesas industriales).

Nuestra casa, nuestra cocina

Además, hay algunas consideraciones respecto del manejo en la cocina, que son cruciales para asegurar la salud de las poblaciones. Si no se pueden lavar los platos con agua potable, habrá que hacerlo de todas maneras con jabón blanco o jabón la perdiz, según costo, porque ninguno de esos daña el medio ambiente, y luego pasarles vinagre, alcohol o limón para mantenerlos limpios (hay fórmulas naturales para hacer desinfectantes caseros).

Para lavar los alimentos buscar la manera de purificar esa agua, hirviéndola, con cloro (3 gotas de cloro por litro de agua) o vinagre y luego ponerlos en remojo, los que se pueda o deba, en agua potable.

En general, mantener condiciones higiénicas con lavandina, alcohol, vinagre, limón, lima o toronjas, o jabón blanco mientras se pueda enjuagar, sobre todo en superficies de uso frecuente, cocina y baño son los lugares primordiales. Hacer vapor en las casas, hirviendo en una cacerola laurel, eucalipto (globulus o cualquier otro) y romero. Estas mismas hierbas se pueden sahumar, igual que el palo santo, para purificar el aire. Ventilar una vez al día, desempolvar los ambientes sin personas presentes usando algún tipo de pañuelo o barbijo.

Exponer al sol es una buena forma de combatir microorganismos, esto vale para la ropa lavada, pero también para la que aún está en uso, toallas, sábanas, almohadones, alfombras, cubrecamas y cortinas.

Es sustancial entender que los indicadores más importantes de pobreza y salud de una población son el acceso al agua potable y a cloacas. Esos dos aspectos, sumados a la alimentación, deben ser repensados o asesorados para que las condiciones sean compatibles con el estado de salud de cualquier población. En condiciones adversas para asegurar estas necesidades, es fundamental evaluar la forma más aproximada a la salud sanitaria. Uso y construcción correcta de letrinas respetando distancias y profundidades, además de material, uso y buen manejo de los reservorios de agua, así como su sanitización, mantenimiento, reserva, en caso de no ser potable y la adecuada higiene de utensilios y espacio donde se cocina, (control de excretas, napas y drenajes).

En medio de este contexto global crítico, las desigualdades sociales quedan más en evidencia, es urgente dar respuestas a las demandas históricas para que cuidarnos entre todes sea una realidad.

En el siguiente link podes escuchar todos los consejos

*Esta nota fue producida en el marco de la Plataforma Colaborativa de Comunicación del Programa Defensoras Ambientales, impulsado por Fundación Plurales y Fondo de Mujeres del Sur. Co-financiado por Unión Europea, UICN-NL y Both Ends.

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El Gran Chaco unido por el aprendizaje sobre la agroecología

Con más de 50mil inscriptes, el lunes 2 de marzo comenzó un curso a distancia sobre qué es la agroecología, cuáles son los diferentes enfoques y cómo se traducen en prácticas agrícolas. Aquí los detalles y la importancia de esta formación.

Se trata de un proyecto originado en Francia, elaborado por el Instituto Nacional de Estudios Superiores Agronómicos de Montpellier (SupAgro). El curso ha tenido ya varias implementaciones anuales en francés y en inglés en la plataforma FUN MOOC y a partir de un convenio de cooperación entre SupAgro y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de la Argentina (INTA), se trabajó en la adaptación de los contenidos a un enfoque latinoamericano.

Esta segunda edición, la primera el año pasado tuvo 30mil inscriptes, contó con el apoyo de dos iniciativas del Programa Euroclima Plus, el proyecto “Acción Climática Participativa: integrando los retos del cambio climático en el Gran Chaco Americano”, de la Fundación Plurales, Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM) y socios; el proyecto “Producción resiliente de alimentos en sistemas hortícolas-ganaderos de la Agricultura Familiar en regiones climáticamente vulnerables de Argentina y Colombia” (INTA – Argentina & CIPAV- Colombia); y el proyecto “Vivir y Producir en el Bosque Chaqueño” (INTA – Argentina, Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), Nativa – Bolivia, y Embrapa – Brasil).

El curso de 6 semanas, dictado por 11 prestiogioses docentes, tanto de Argentina como de Francia, ingenieres agrónomes, sociólogues, ecólogues, licenciades en ciencias biológicas, estuvo conformado por 5 unidades que se habilitaron progresivamente y finalizó este miércoles 22 de abril. Más de un mes para una dinámica de capacitación participativa, basada en la diversidad social y geográfica de les actores. El MOOC se propuso construir un enfoque de la agroecología desde la perspectiva de las ciencias agronómicas, la ecología y las ciencias sociales.

Ya habiendo comenzado el dictado de clases del MOOC, en Argentina, el viernes 20 de marzo, se decretó el «Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio». Se suspendieron las clases, entre otras actividades, pero el MOOC pudo continuar. La virtualidad fue una ventaja en ese sentido, más allá de que la intención inicial era en realidad, intercambiar en una comunidad de aprendizaje rica con participantes de todo el mundo de habla hispana.

Bien sabemos que el monocultivo de soja ha tomado el Cono Sur de América Latina. Argentina y Paraguay son casos testigos de un modelo que deja comunidades indígenas y campesinas desplazadas y un grave problema socioambiental asociado a los riesgos para la salud de los agrotóxicos a base de glifosato.

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En 2017, la soja, en su inmensa mayoría transgénica, ocupaba 18,8 millones de hectáreas argentinas, más del 60% de la superficie cultivable. Por su parte, Paraguay es un caso extremo, el 94% de la tierra cultivada se dedica a la producción de commodities. Es un país siete veces más pequeño que Argentina, pero se ha consolidado como el quinto exportador mundial de soja.

En ese contexto, es fundamental que no solo les estudiantes y universitaries, sino las organizaciones campesinas e indígenas, los municipios y la población en general, descubran qué hay detrás de la agroecología, un término cada vez más presente en los medios de comunicación, en las políticas científicas, con cada vez más experiencias en terreno.

La agroecología es la respuesta a los desafíos contemporáneos de la agricultura: alimentar a una población en crecimiento y preservar los recursos naturales, incluso cuando aumenta la incertidumbre (clima, biodiversidad, energía, etc.). Por eso es necesario seguir formándonos.

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Capacitación y Construcción de Cisternas Productivas 

En La Candelaria, paraje ubicado al norte del departamento Copo, se está construyendo una cisterna de para cosecha de agua de lluvia con capacidad para recolectar 52.000 litros de agua que serán destinados a uso productivo en la sede de la Asociación Campesina La Candelaria.
Esta capacitación y construcción surge como un plan de Innovación en el marco de la Plataforma de Semiáridos (International Land Coalition) , Fundación Avina, y el apoyo de Fundación AlimentarisFundapaz, Fundación Plurales, Programa SEDCERO y organizaciones locales de Santiago del estero como Asociación Civil La Candelaria y Mesa de Tierra del Salado Norte, somos los anfitriones del evento.


Esta obra es de suma importancia para la comunidad y las organizaciones campesinas locales. Con ellas venimos trabajando desde hace más de 5 años en distintos sistemas sociotécnicos de acceso a agua para consumo, y con este plan de innovación empezamos a incorporar el uso productivo del agua, desde la óptica de la agroecología. Específicamente, la cisterna servirá para acopiar agua de lluvia que se usará para riego de una plantación de frutales que beneficiará a las más de 100 familias socias de La Candelaria y la comunidad local en general. 

La capacitación esta a cargo de Mario Farías, miembro de CETRA, organización socia de ASA (Articulación del Semiarido Brasileño), que tiene más de 20 años de experiencia en estos sistemas de construcción.

Las actividades se realizan entre el 14 y 18 de octubre en Santiago del Estero, y luego, se realizará una capacitación más en la zona del Pilcomayo, provincia de Salta.