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#DespuésDelFuego: Córdoba ardió, ¿y ahora?

En la provincia de Córdoba, hay aproximadamente, 45 mil hectáreas de bosque nativo quemadas en lo que va del 2020; 42.700 sólo en dos meses. Los incendios, que se presumen intencionales en su mayoría, arrasaron el territorio y hubo vecinos muertos combatiendo el fuego y deficientes respuestas del Estado.

La situación es grave y eso no es novedad. Lisandro Agost, biólogo de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) realizó un registro de Cambios del Bosque a Nivel Global 2013, en esta investigación evaluó el cambio de cobertura arbórea de Córdoba durante el periodo 2000-2012. De las 12 millones de hectáreas de superficie cubierta con bosque nativo que poseía la provincia a principios del siglo XX, actualmente, solo quedan 594 mil hectáreas, y sigue reduciéndose.

Además, del total de un millón y medio de hectáreas cubiertas con árboles que existían hacia el año 2000, y que representaban un 9,07 por ciento del total provincial, hasta el 2012, hubo una pérdida de 151.054 hectáreas de bosque. Las 594 mil sobrevivientes representaban sólo un 3,6 por ciento de la superficie provincial.

Córdoba sólo conserva el 3,5% de los bosques nativos originales. Según el Instituto de Altos Estudios Espaciales Mario Gulich, centro de investigación y de formación de recursos humanos en el campo de las aplicaciones espaciales, dependiente del Rectorado de la UNC y de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), entre 1999 y 2017, se quemaron más de 700.000 hectáreas, equivalente al 29% de la superficie que ocupan. En menos de dos décadas, zonas de las Sierras Chicas, Sierras Grandes, Sierras del Norte y Cumbres de Gaspar se incendiaron hasta cuatro o más veces.

En lo que va de 2020 casi 200.000 hectáreas de monte nativo se quemaron, diez veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires.

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Después del fuego

En este contexto, Fundación Plurales, en articulación con un equipo de voluntarios egresados de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), presentó un proyecto para fortalecer las capacidades de adaptación y desarrollo sustentable de comunidades en el Norte Cordobés, en los departamento de Ischilín y Totoral. Específicamente, áreas de influencia de la comuna de Cañada de Rio Pinto: Villa Albertina, Ongamira y Cerro Negro, que son las zonas más afectadas por los incendios.

“Después del Fuego” quedó seleccionado, y eso nos permitirá realizar capacitaciones en torno al manejo del fuego con el Cuartel de Bomberos de Capilla del Monte y cuidado del bosque nativo a cargo de profesionales voluntarios. El objetivo es trabajar sobre los daños que ocasionan los incendios, pero también generar capacidades que eviten nuevos focos.

Además, se garantizará el acceso a insumos como alambre, postes, alimentos para el ganado y herramientas para familias de pequeños productores de las zonas afectadas. De esta manera, se busca que los animales puedan llegar vivos y en condiciones saludables a la temporada de lluvias, ayudando así a que los pequeños productores no se deshagan de su pequeño capital por falta de infraestructura y pasturas.

Además, en la zona los pobladores tienen una problemática de acceso al agua segura, necesidades urgentes de alimentos y artículos de higiene personal y protección para evitar la transmisión y propagación del coronavirus. En ese sentido, se los proveerá de artículos de primera necesidad y de recipientes de almacenamiento de agua o tanques y potabilizadores.

Todas estas acciones, financiadas con aportes del Banco Macro, donaciones particulares desde el Frente Britnificante y contrapartes de programas propios, se realizarán de forma participativa con la comunidad e instituciones locales, como escuelas, comuna, bomberos voluntarios. Poniendo especial foco en fortalecer a la comunidad local, principalmente las mujeres, que son quienes sufren doble vulnerabilidad.

Está previsto iniciar el proceso en diciembre 2020, se trabajará fortaleciendo las capacidades de adaptación y desarrollo sustentable de la comunidad mediante prácticas que abordan la justicia socioambiental y de género como elementos transversales a la gobernabilidad democrática del territorio. Como resultados, tendremos capacidades y herramientas en la comunidad para poder afrontar las consecuencias de los incendios actuales y poder prevenir futuros. En la provincia, todos los años los incendios son un riesgo en la época de sequía y viento, de julio a octubre.

Desde Plurales, junto a un equipo de voluntarios, venimos trabajando con la comunidad y la comuna, buscando soluciones a la situación alarmante de los incendios y sus consecuencias en el territorio. Para esto, los pobladores se viene organizando para gestionar los aportes que se consiguen y generar las acciones necesarias para prevenir al máximo los incendios en un futuro.

“Donde hubo fuego, habrá monte”.

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Adaptación y Mitigación al Cambio Climático por y para cada territorio

Los cuatro municipios argentinos que participan del proyecto “Acción Climática Participativa: integrando los retos del cambio climático en el Gran Chaco Americano”, coordinado en Argentina por Fundación Plurales y financiado por el programa Euroclima+, junto a la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), realizaron las mesas interinstitucionales para diseñar y construir los «Planes Locales de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático» (PLAMCC).

Durante noviembre, Paula Juárez, coordinadora de proyectos de Fundación Plurales y coordinadora en Argentina de Acción Climática Participativa (ACP); Verónica Luna, presidenta de Fundación Plurales; en conjunto con la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), se encontraron con funcionarios; integrantes de diferentes instituciones, públicas o privadas, de cada territorio, Olta y Patquía, de La Rioja; Villa Tulumba de Córdoba y Las Breñas, Chaco.

Construir colectivamente

La mesa interinstitucional es un instrumento específico que creó “Acción Climática Participativa” (ACP), para poder diseñar y construir de manera conjunta entre distintos actores de cada municipio, los PLAMCC.

En relación a este nuevo instrumento, Paula Juárez explica que “desde Acción Climática Participativa venimos trabajando en lo que es gobernanza y planificación local frente al cambio climático, proponiendo nuevos instrumentos y generando algunos debates en torno a cómo se viene trabajando la planificación a nivel internacional y nacional que muchas veces no tiene las voces, no contempla los procesos, que se dan a nivel local. En nuestro proyecto, una de las cuestiones más significativas es la articulación de las metodologías propuestas a nivel internacional para la planificación local en adaptación y mitigación con un instrumento nuevo que son las mesas interinstitucionales de adaptación y mitigación al cambio climático”.

“Estas herramientas tienen por finalidad articular las voces de los gobiernos locales con las voces de otras organizaciones, públicas y privadas, de cada uno de los territorios. Tiene una particularidad más, que es generar de manera colectiva la gobernanza de esos territorios poniendo sobre la mesa las diferentes problemáticas, las diferentes capacidad y los diferentes recursos que existen, no solamente del gobierno local sino de otros actores. Buscando generar una planificación que tenga en cuenta, tanto en la definición de los problemas como de las soluciones, cómo construir efectivamente y de manera dinámica un proceso de planificación que permita a estas localidades responder frente a eventos climáticos como las sequías y las inundaciones. O a diferentes problemáticas socioambientales como puede ser la extensión de la frontera agropecuaria, la cuestiones vinculadas a contaminación de distintas empresas extractivistas”, detalla.

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Paula destaca además, que “este tipo de herramienta lo que hace es, fortalecer los territorios porque ya no se focaliza solo en un actor, sino en todos los actores locales, no se focaliza en alguna mirada particular sobre los problemas, sino en buscar construir una visión colectiva de la situación problemática y de la situación objetivo que tienen estos territorios, para poder generar soluciones más sistémicas y a su vez construir una dinámica que genere un aprovechamiento de todas las capacidad y recursos que existen en cada zona”.

Por su parte, Verónica Luna cuenta que “he tenido la posibilidad de participar en la primera reunión de mesa interinstitucional de Patquía y Olta en la provincia de la Rioja, y he apreciado cómo estos espacios se están conformando como un tiempo y espacio para intercambiar visiones, cosmovisiones y formas de hacer al respecto de una misma cosa, situación y/o problemática. Es decir, un tiempo y un espacio donde tanto gobiernos locales y organizaciones se encuentren todes juntes, para intercambiar datos y experiencias y rescatar el capital ya instalado en la comunidad. Esto no es un dato menor, ya que los gobiernos locales pueden anclar sus proyectos o ideas con lo que las comunidades ya viven y ya han experimentado en la búsqueda de soluciones”.

“A pesar de la virtualidad y de algunas dificultades técnicas propias de estos tiempos y de estos contextos, tanto los gobiernos locales como las organizaciones, se han ocupado de participar y hacer conocer sus puntos de vista. Es decir, la virtualidad no afectó que se pudieran constituir las mesas y que ya se puedan ir trazando las primeras líneas de acción conjunta”, resalta.

En paralelo, Franco Ciafrandini, analista de planes de acción climática del equipo técnico de la RAMCC, participó en todas las instancias y explica que “las mesas interinstitucionales vienen funcionando bien. Si bien ya se venía hablando con diferentes actores, en algunos casos un poco coordinados con el municipio, en otros casos no, el llegar a esta instancia hace que todos los actores nos encontremos en un mismo espacio, un mismo lugar, y yo creo que eso enriquece el debate y le da cierta potencia al informe final. Porque justamente se ven distintas problemáticas o la misma, pero desde diferentes puntos de vista. Estos diferentes roles, estas diferentes miradas, hacen que se pueda armar un debate y que después el Plan salga mucho más robusto. También, que diferentes actores estén en el mismo momento ahí, favorece a que cuenten las necesidades y sobre todo, los proyectos en los cuales están trabajando, de esta manera es mucho más fácil articular un mismo proyecto que contenga acciones tanto del municipio como de una organización, u otro actor involucrado, y se puedan concatenar las acciones de ambos para un objetivo común”.

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A su vez, Franco cree que es fundamental que exista esta herramienta, porque “le da un enfoque participativo al Plan, hace que el gobierno local, más allá de haber tomado la decisión de trabajar en cambio climático, lo abra, lo haga participativo y trascienda a una gestión, a una política partidaria y se transforme en una política pública y se pueda pensar en largo, mediano y corto plazo, y no en lo que dura una gestión. Está bueno que el plan sea de un territorio y no de un gobierno. Articularlo con distintas organizaciones y debatirlo en este tipo de escenarios, creo que es fundamental, que las organizaciones y la sociedad civil en general lo haga suyo y que en nuevas actualizaciones siga participando, se siga involucrando, eso hace que las acciones propuestas ahí se puedan llevar a cabo con mayor seguridad”.

Bien sabemos que la pandemia nos obligó a reacomodarnos en todos los sentidos posibles. Fue una obligación y una oportunidad para generar nuevas formas de seguir trabajando y encontrándonos.

En este sentido, Franco cuenta que “creo que la presencialidad es muy importante porque permite indagar más o conocer más de lleno la parte humana, más allá de eso, la virtualidad sirvió de igual manera. Se pudieron hacer debates, se hicieron debates extensísimos en el buen sentido. Hubo mucha predisposición de todos los actores. La virtualidad permitió que a pesar de la distancia y en este escenario, podamos llevar adelante esta mesa y fue superadora de mis expectativas. Mucha predisposición de los actores, no siempre sucede, a abrirlo, recibir críticas, comentarios para con su gestión. Eso permite que realmente se pueda trabajar y sacar un buen producto de todas estas charlas. La virtualidad sirvió porque allanó muchos caminos y permitió que parte del equipo técnico, parte del equipo de Plurales, y las organizaciones estemos al mismo tiempo y que participen más personas que quizás presencialmente hubiese sido más difícil”.

Voces desde los territorios

El Secretario de Ambiente de Olta, La Rioja, Carlos Aballay, participó de la mesa interinstitucional y detalla que todo fue “muy productivo, siempre la idea fue trabajar con instituciones que no dependen solamente de la municipalidad y la verdad que los chicos se prendieron mucho, incluso aportando proyectos que ellos tenían en mente. De parte del municipio, que tenemos más llegada con el gobierno provincial y nacional, podemos gestionar más rápido que cuando las instituciones lo gestionan por sí mismos, yo creo que esto agiliza mucho más las cosas y se puede lograr algo en menor tiempo y más efectivo. La idea de poder trabajar con estas instituciones me parece fantástica».

Y agrega que «todas estas acciones de mitigación que nos proponían para poder hacer me parece que es muy bueno, y ahora sobre todo que nos están colaborando, o estamos trabajando junto a ustedes la RAMCC, la Fundación Plurales, es todo más fácil. Me parece que trabajando con ustedes se facilita más y uno aprende muchas cosas. Los chicos que estuvieron en las reuniones eran muy piolas, muy amables y es más fácil trabajar con gente así. Ojalá podamos lograr los objetivos que nos propongamos”.

Natalia Peratón, integrante de la Cooperativa El Chacho, de La Rioja, detalla que “los encuentros se nos complicaron porque en nuestra zona solo tenemos wifi y a veces se nos cortaba, en algunas ocasiones tuvimos que ir hasta Patquía, que está a 35 kilómetros para poder conectarnos mejor. Con lo poco que nos pudimos conectar, pudimos avanzar en algunos temas, ir aprendiendo al ir escuchando, ir informándose”.

“El proceso de las mesas interinstitucionales venimos trabajando también a través del whatsapp o llamados telefónicos, aclarando dudas, poniéndonos de acuerdo sobre este tema tan importante como es el cambio climático. Por ahí los que somos del mismo pueblo, nos encontramos en la calle y charlamos un poco el tema. La experiencia fue buena a pesar de que por la pandemia no pudimos realizar todas las actividades que teníamos previstas, pero dentro de de todo hemos podido avanzar”, cuenta Nicolás Olivera, integrante de Asociación de Productores de General Belgrano de La Rioja.

Silvana Medina Laola, Secretaria de Ambiente y Salud de la Municipalidad de Las Breñas, Chaco, explica que “los encuentros fueron buenos, por ahí nos fallaba la conectividad en algunos casos, pero en principio todo bien. La verdad que la amabilidad y la claridad de Franco con nosotros creo que es fundamental, así que ningún tipo de problemas. Creo que son encuentros muy productivos. La experiencia me parece muy buena”.

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Todos los que participaron de estas instancias coinciden en que, más allá de los problemas de conectividad de los territorios, los encuentros fueron muy productivos. En este sentido, Verónica explica que “lo destacable en contexto de pandemia es palpar el intercambio en vivo, es ver cómo los gobiernos locales tienen los datos y las organizaciones los confirman o refutan según su experiencia, o las organizaciones mejoran propuestas de los gobiernos locales o les hacen nuevas propuestas. Es poder ver confluir distintas miradas sobre lo mismo y que puedan poner en juego las distintas experiencias desde los distintos espacios”.

Por su parte, Franco destaca «la voluntad de todas las partes de participar, a pesar de la dificultad en el caso de los gobiernos locales, los cuatro municipios, tanto Villa Tulumba, Patquía, Olta, como Las Breñas. Nosotros conocemos la complejidad de la diaria, de el día a día de atender necesidades en un gobierno local, es bastante complicado, siempre uno planifica el trabajo y lo tiene que ir retrasando porque la problemática diaria lo va aplanando. Sumado a esto, muchos problemas de conectividad, de la infraestructura del servicio, o muchas veces la infraestructura está pero mucha gente no está familiarizada con hacer presentaciones, hacer trabajos. A pesar de todo eso y habiendo hecho el primer contacto virtual, hoy estar en la etapa final de este Plan de Acción, realmente es muy satisfactorio el avance que se logró. Esto es gracias a la predisposición y la fuerza de voluntad del municipio, cada vez que se le pidió un trabajo lo fueron haciendo, cada vez que se los llamó para estas reuniones lo hicieron”.

Agrega además, que “las reuniones son bastante extensas, dos o tres horas, muchos municipios involucraron a todas o gran parte de las áreas y han estado de principio a fin en las reuniones, se han tomado muy en serio este trabajo y distanciarse de la dinámica diaria. La predisposición de las organizaciones que buscan interiorizarse en temas de cambio climático, vincular alguna de sus acciones con el cambio climático y el esfuerzo que hacen, a pesar de los problemas de conexión, se la rebuscan y eso habla del entusiasmo y las ganas de querer cooperar. En lo personal, muy contento con los resultados obtenidos hasta ahora”.

Para finalizar, Paula explica que “algo a destacar sobre el proyecto Acción Climática Participativa, es la generación de una visión y una forma de abordar la gobernanza y la planificación de manera vinculadas. Vinculando no solamente una visión estática sobre los procesos, sino una visión dinámica. En este sentido lo que se busca es subrayar la importancia de tener maneras de vincular distintos tipos de actores en los territorios, el gobierno municipal, las organizaciones públicas y privadas, campesinas que puedan trabajar de manera colectiva y coordinada, buscando generar soluciones de manera sistémica a los problemas socioambientales que están presentes en la región del Gran Chaco Americano. Particularmente, estos nuevos instrumentos metodológicos, como las mesas interinstitucionales de adaptación y mitigación al cambio climático a nivel local, buscan fortalecer los diálogos pero también fortalecer, a partir de la construcción de materialidad, de nuevas formas de innovar en los territorios para construir nuevos tipos de soluciones. En ese sentido, no es solamente articular entre actores locales sino también, buscar constituir una modalidad de gobernanza que sea a nivel local y que esa gobernanza a nivel local esté articulada con la política provincial y la política nacional”.

“El desafío es grande, en cada una de las localidades las situaciones son diferentes, nosotros trabajamos en cuatro provincias, con cuatro realidades muy distintas, pero en todos los casos, lo que se observa es que hay una fuerte necesidad de constituir nuevas estrategias para brindar respuestas. En eso, también creo que es muy importante destacar la generación de redes, como la RAMCC que es parte de este proyecto, que también permite a los municipios poder poner sus capacidades y sus recursos como también poder articular con otros pares para generar también otras formas de diálogos y otras formas de solución”, concluye.

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